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    Me he cansado de poner publicidad para costear los gastos del blog. Puedo asumirlos por mí mismo. Hago esto por diversión.

    Pero si te apetece pagarme una cerveza, aquí tienes un botón:

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    320 páginas de celulosa no retroiluminada vintage con lo que hay aquí y el final de "Un nuevo mundo". No necesita baterías y funciona con casi cualquier luz visible.

    Aviso: El papel puede cortar. Consideradlo una feature de ataque a lusers.

  • Buen leer

    El increíble viaje del faquir que se qeudó atrapado en un armario de IKEA,d e Romain Puértolas

    El último pasajero, del maestro Manel Loureiro

    Tengo una pistola, de Enriqe Rubio

  • Guía para empresarios. Capítulo 1.

    Empleados.

    De todos es sabido que el personal de cualquier empresa es un mal necesario. Nos gustaría que no trabajase nadie en nuestra empresa. Así ganaríamos más dinero. Pero lamentablemente la tecnología aún no permite sustituir a esos gorrones que se hacen llamar “trabajadores”.
    Puesto que no podemos prescindir de los humanos, deberemos contratar a una serie de mangantes para cada tarea. O para varias tareas, no necesariamente relacionadas entre sí. El salario a pagar será el mínimo imprescindible. Estos mangantes serán los encargados del proceso productivo o de la planificación del mismo. Para éstos últimos, es mejor pedir como mínimo que tengan alguna titulación universitaria para estar seguros de que al menos saben leer y escribir.
    En la ardua tarea de elegir al personal de confianza, como contables, administrativos, etc., deberemos ser meticulosos hasta el extremo. La principal premisa es que sean de la familia, o amigos, o conocidos. No es necesario que tengan una formación mínima, ni que demuestren agilidad mental o conocimientos sobre el puesto. Eso es lo de menos. Eso sí, a estos empleados, habrá que pagarles más. Mucho más que a los que hacen el trabajo mecánico o productivo. Dónde va a parar, por favor.
    Para controlar la carga de trabajo de cada persona, nos basaremos en el archiprobado método de “la cara de vinagre de Módena”. Pasearemos por las oficinas y cuando veamos a alguien con cara de haberse bebido de un trago una botella de vinagre balsámico de Módena, es porque esa persona trabaja demasiado. Sin embargo, no le retiraremos carga laboral puesto que podemos provocar una depresión laboral en ese trabajador.
    Si por el contrario vemos al empleado sonriendo, charlando con los compañeros al tiempo que aporrea el teclado, imprime, contesta al teléfono y revisa papeles, ese está vagueando. Es un gandul como la copa de un pino. A ese hay que meterle caña porque le sobra tiempo.
    No hay que dejarse llevar por la aparente relación que hay entre familiares y caras de vinagre. Los familiares y amiguetes se ven comprometidos a trabajar más a causa de los lazos afectivos que les unen a nosotros. El resto se lo toma todo a cachondeo.
    Sin embargo, si la empresa es de un tamaño tal que se hace necesaria la incorporación de un informático a la plantilla, se presenta una excepción a todas las normas anteriores. Para empezar, se requieren unos conocimientos mínimos, así que en la oferta de empleo pondremos como requisitos que sepa de todo lo que aparezca en Google relacionado con “Informática”. Alguno habrá. Y en salario ponemos “a convenir”. ¿Quién sabe lo que gana un informático?
    Cuando tengamos candidatos, iremos haciendo entrevistas. En las entrevistas les preguntaremos de nuevo si saben de todo lo que hemos pedido y arreglar impresoras. Tened por seguro de que ninguno sabrá todo lo que pedimos. Como mínimo le faltarán ocho o diez cosas. En este país, por desgracia no hay buena formación. Es dificilísimo encontrar una persona que sepa de Visual Basic, C++, C#, Python, Perl, 4GL, TCL, Blitz, JAVA, Action Script, HTML,TCP–IP, JavaScript, ASP, PHP, CGIs, MySQL, ORACLE, SQL Server, SapDB, FOXPro, Apache, ISA Server, Exchange, DNS, entornos LAMP, LINUX, Windows, Unix, Solaris, MAC OSX, Autocad, 3DStudio, Photoshop, Contabilidad, Gestión, Autómatas Programables, Diseño de Microprocesadores, Robótica, Telecomunicaciones, COBOL, FORTRAN y nociones de mecanografía. Qué país.
    Después de las entrevistas, tendremos los currículos de unos cuantos. Entonces escogeremos el que menos cobre. Total, ninguno resultará ser competente de verdad. Una vez hayamos elegido al candidato ideal, deberemos marcarle de cerca y tantearle de vez en cuando. Con preguntas como:
    “¿Sabe usted arreglar un marcafilagronizador de iconosafrigatiros?”
    “¿Por qué no está usted pasando pedidos?”
    “¿No ve que no hay nadie en recepción?”
    Si a las preguntas anteriores se reciben respuestas tales como “¿Qué coño es eso?”, “No me joda”, “No me sale de los huevos” o “Póngase usted con un huevo sobre un clavo” sabremos que tenemos un problema.
    Tener un informático es un problema en cualquier empresa. No son ni humanos ni máquinas, sino algo intermedio. No se cansan. Pero no sabemos si están trabajando o jugando a los marcianitos. Muchas veces se les verá mirando escenas de la película “The Matrix”, aunque ellos siempre dirán que están viendo “Logs”. Será una secuela de “The Matrix”. Siempre hay que marcarlos de cerca, porque curiosamente, saben hacer de casi todo, pero no lo hacen. Vaguean siempre. Hay que pedirles que hagan programas. No importa para qué, pero que los hagan.
    Cuando estén hechos los programas, les pediremos que los modifiquen para que hagan algo que no tenga nada que ver con lo que pedimos al principio. Hay que tenerlos ocupados para que no piensen en nada raro. A la que te descuidas te mejoran el sistema y te están pidiendo dinero para comprar máquinas nuevas. Siempre están gastando dinero en “tóner” y en “fusores” y en “discos duros” que se llevan a su casa porque les gusta almacenar estas cosas por un extraño fetichismo.
    Para cuando lleven un año en la empresa, si no has sido listo, se habrán hecho con el control. Ahora son un peligro. Controlan el correo electrónico, conocen las contraseñas de los bancos, ven todos los ficheros de todo el mundo, están al tanto de todo lo que se cuece en la empresa. Y son incontrolables. Llegan cuando quieren y salen cuando les da la gana. Curiosamente su trabajo, sea el que sea, siempre está hecho. Eso forzosamente quiere decir que no hacen nada.
    Si resulta que nuestro informático llega a este nivel en el que está por encima de todos, sólo podremos hacer una cosa: despedirlo. Pero como todos sabemos, a estas alturas seguramente sea un trabajador fijo y nos costará una pasta indemnizarle si le despedimos por tener hecho su trabajo. Pero claro, nos queda la opción de “provocar su dimisión”. Le atosigaremos con todas las cosas que se nos ocurran. Deberán hacer más programas y más complejos. Les pediremos que instalen nuevos equipos sin tener que comprar nada. Exigid que os organice la empresa para mañana. Si puede ser antes de vacaciones mejor, así les sienta peor.
    Sin embargo, hay especímenes, escasos por fortuna, que son inmunes al martirio. Si les pides que te modifiquen un programa no lo hacen y se las apañan para que parezca que no lo has pedido. Si les pides que instalen nuevos equipos sin comprar nada, sencillamente se parten de la risa o bien te presentan unos presupuestos altísimos, con lo cual te ves obligado a pagarlo o a desistir de la idea. Si les has dicho que te organicen la empresa, se chotean de tí y te dicen que no hay ordenador que combata la incompetencia.
    Dichos ejemplares están extendiéndose lentamente por el escenario laboral. Al principio parecen inocentes, manipulables. Pero cuando te das cuenta, les has subido el sueldo tanto como al que más, hace lo que quiere y le viene en gana y no lo puedes putear porque las cosas comienzan a fallar de repente. No se comprometen con la empresa, no hacen nada productivo y sin embargo, de repente no puedes trabajar sin ellos.
    Algunos informáticos se están adhiriendo al movimiento BOFH–Zen. Es una religión perversa que predica la realización del trabajo del informático y sólo el del informático, dejando al resto de trabajadores desvalidos. De repente, cosas que antes se hacían en minutos tardan días, o se hacen mal. Los informáticos dejan de preocuparse por el trabajo bien hecho y se dedican a hacer exclusivamente sus cositas con los ordenadores. Y encima salen antes de la oficina.
    Sed precavidos con ellos, son el cáncer de cualquier empresa.

    Zen aplicado.

    Hace un par de semanas que he decidido tomarme las cosas con más calma. Respirar hondo, aflojar esfínteres y trabajar menos. O al menos, con mucha menos intensidad.Bien es cierto que tengo lusers por todas partes. Ahora, que la cosa está cambiando. Ya no hago más el panoli. He descubierto el BOFH-Zen. ¡Trimpititrín!¡Trimpititrín! -Wardog, quenoséponerbordesenesteexcel.-Tranquilo, […]

    Bigote no tenía ordenador…

    …porque no le hacía falta. Decía. Pero claro, luego había que dejarle un ordenador al hombre para que sacase los pedidos de ciertos clientes. Luego tenía que hacer unas etiquetas. Y después otras distintas.Y era un coñazo.Así que decidí ponerle un ordenador para él solito. Nada del otro mundo, un PC de esos que andan […]

    Lucky’s Pearl #1781

    Estaba yo tomándome el café con Miniyo tranquilamente. En esto que suena el trimpititer. Lo coge Miniyo, como corresponde a un subordinado. Empieza a poner caras raras. Yastá, es Lucky. Me lo pasa.Cojo el teléfono y se oye a Lucky hablando, no se ha enterado de que Miniyo le ha dicho «Te paso con Wardog».-Dime, […]

    Diseño del blog

    Buenas. Me escribe el amigo Guillermo desde Perú (¡hola Guillermo!) diciéndome que se marea con el blog por aquello de las letras blancas sobre fondo oscuro. Los que pasáis por aquí a diario habréis visto que he cambiado el diseño del blog pero sigue siendo oscuro.Como alguno más ha dicho también que le resulta feo […]

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