¡Dónde están mis datos!
¡Bimbambidubi! ¡Dubi!
-Sistemas de lunes, todo lo que diga será utilizado en su contra.
-¡Hola Wardog!
-Hola Fluffy. ¿Qué tal va la cosa por ahí?
-Bien, bien, ya va mejor la cosilla. Te llamo por una consulta técnica.
-Dime.
-Verás, tengo un pen drive que ha perdido todos los datos.
-Ah, pues nada, pásale una herramienta de recuperación de datos y a correr.
-No, si es que el sistema reconoce que es un disco pero no ve el volumen. No se puede acceder a la unidad…
-Y por lo tanto, no puedes correr la herramienta de recuperación.
-Exacto.
-Pues hala, formatea a bajo nivel a ver si cuela.
-Es que los datos se tienen que recuperar sí o sí.
-Uy. ¿De quién es el pen drive? Porque tuyo no es, seguro.
-Es de Lucky.
-Acabáramos… pásamelo.
-¿Por?
-Porque esto huele a chamusquina.
-Vale, te lo paso.
¿Qué hace Lucky con un pen drive? ¿Qué contenía?
-¿Diga?
-Hola, Lucky, soy Wardog.
-¿Qué Wardog?
-Wardog.
-¡Ah! Hola, ¿qué pasa?
Me encanta el funcionamiento del cerebro de un luser.
-Pues que dice Fluffy que se te ha roto un pen drive.
-¡Ay virgen santa! ¡Ay virgen pura! ¡Sí! Se me ha roto y ahora no puedo sacar los datos que tiene.
-Y esos datos no están en el servidor, en tu carpeta personal.
-No, porque son muy importantes.
-Tan importantes como para que no se haga copia de seguridad de los mismos…
-¿Que no se hace copia de seguridad del pen drive?
-No.
-¿Pero cómo hacéis eso? ¡Habráse visto! ¡Vaya informáticos!
-No podemos hacer copia de seguridad de lo que no sabemos que existe, señor mío.
-¡Es que si os digo que tengo un pen drive con información importante me la robáis!
-¿Ves? Pues al no saberlo, ni te la robamos ni hacemos backup.
-Ya…
-¿Y quién te ha dado el pen drive ese?
-Lo compré yo. ¡Diez eurazos me costó!
-Ahm. Y dime, ¿dónde lo guardas?
-Pues en el bolso de la comida.
-Al lado del móvil, seguro.
-Pues claro, tengo un bolsillo para todos los aparatos.
-Muy bien, muy bien. Y cuando calientas la comida, hala, al ladito del microondas.
-Sí. ¿Pasa algo?
-No, no pasa nada, hombre. Una cosita, cuando te vas a casa, ¿qué haces con él? ¿Lo metes en tu ordenador?
-No, lo dejo en el coche para que no se me olvide.
-Ah, muy bien-. Hala. Lo mismo da que el coche se ponga a 50º en verano que a -15º en invierno. Con dos cojones.- Y dime, ¿se ha mojado alguna vez?
-¡Claro que no!
-¿Seguro?
-Bueno, una vez me lo guardé en el pantalón y mi madre lo lavó sin querer. Pero lo sequé muy bien.
-Vaya por $Deity. Menos mal que lo secaste muy bien.
-¿Entonces? ¿Me lo arreglais o qué?
-Está difícil. Cuando quitas el pen drive, ¿le das a «Quitar hardware con seguridad»?
-No, no sé que es eso. No me digas que se ha roto por eso.
-Pues sí. De eso se ha roto, macho. Seguro, además.
-¡Si es que no me explicáis las cosas!
-Ya ves. Somos unos hijos de puta desalmados.
-¿Y no podéis hacer nada?
-Pásame con Fluffy, que le digo lo que tiene que hacer.
-¡Ay virgen santa! ¡Ay virgen pura! ¡No gano yo para disgustos con los informáticos!
Espero a que Fluffy coja el teléfono.
-Sistemas…
-Fluffy, que ya sé qué ha pasado.
-¿Qué ha sido?
-Que no desmontaba el pendrive.
-Venga ya.
-Bueno, eso y que el pobre cacharro ha sido lavado, bombardeado con ondas electromagnéticas, expuesto a temperaturas extremas y sospecho que golpeado, pisoteado y mordido.
-¡Jojojojo! ¿Y cómo recuperamos entonces la información?
-¿Qué información?
-Coño, la del pen.
-¿Qué pen?
-¡El de Lucky!
-¿Ese que no está en el inventario? ¿Ese que no le has dado tú? ¿El que supuestamente tiene información confidencial de la empresa guardada que no está en los servidores y que Lucky se llevaba a su casa?
-Sí, ese…
-Pues nada, se lo dices al $Boss.
-Sí hombre… para que me eche la bronca del siglo.
-Ntchs… chico, piensa en el BOFH-Zen. ¿Serás tú el culpable de que alguien ande robando información confidencial?
-Pobre Lucky.
-Que no te atenacen los remordimientos. Tú no juegas con la contabilidad. Que no jueguen a informáticos. Y capa todos los USBs para que no metan unidades de disco. Verás que bien.