Hoy cuando enciendo el ordenador y miro mi correo veo que el colega Carles March me ha mandado uno que dice «ALERT! ALERT!» en el asunto. Nada, lo abro pensando que otra vez se ha vuelto a caer el servidor del blog y no, me dice que se ha montado el pollo en el post anterior.

Uno, que es de natural tranquilo, pues ni se asusta ni nada. Voy a ver qué ha pasado y me veo a Elena que dice que he ido yo a joderle el blog. Fí-ja-te. Vamos, que no tengo yo otra cosa que hacer, oiga. Bueno, en realidad, primero me llama cabrón y luego dice que le he boicoteado el blog. A que me digan lo primero estoy más que acostumbrado, a lo segundo no tanto.

Y os puedo asegurar que no he jodido nada. La primera es que no sé de qué blog me habla. No sé qué es la Isla Borracha y no recuerdo haberla visitado nunca en mis paseos blogueros. Ni borracho sin isla. La segunda razón es que yo no conozco más que a una Elena y no tiene nada que ver con ningún ordenador, es más, no sabe ni pulsar el intro en el teclado, ergo no es ésta Elena porque ella ha interpretado cientos de logs en los que aparece irrefutablemente mi IP que luego ha consultado con telefónica para saber que era mía. Bueno, de mi mujer, que la línea está a su nombre.

Y la buena moza me pone a caer de un burro, y pese a no tener cosas mejores que hacer, se viene a este blog a decirme cosas malas que me hieren profundamente en la uña del deo shico del pie. Menos mal que los parroquianos de esta acera gozan de sentido común y me han defendido esgrimiendo argumentos lógicos y sencillos y de hecho, llenos de razón. Ahora voy a defenderme yo; gracias, chicos y chicas.

Primero. Elena, moza, llevas poco tiempo en internet. Mi nombre real no es Wardog. Ese es mi nick. Si lees la entrevista que hay justo debajo del post en el que me acusas de cracker, verás que es un apodo. En realidad no me llamo así. Y si, como te han dicho buscas por internet usando, por ejemplo, Google que es mu majo; observarás sin lugar a dudas que tengo una actividad sorprendente para un humano, que hablo inglés con una soltura impresionante y que entiendo de muchísimas cosas. Incluso hubo un escuadrón llamado así y una marca de navajas. ¿Cómo te quedas? No soy el único Wardog de la red.

Segundo. Vale, no soy el único Wardog de la red, pero sí el único Wardog y BOFH. ¡Oh!¡Ah! Pues sí. Lo cual no implica necesariamente que sea un cracker. Soy «malo» sólo con la gente de la oficina. Como te han dicho en los comentarios de la entrada anterior, la gente habla conmigo y se les contesta con amabilidad y con la intención de ayudar siempre que pueda. No soy uno de esos que van de mala hostia por la vida y rompiendo nada ajeno. A mí personalmente me la suda lo que escriba nadie en su blog mientras a mi no me interese. Porque a mí me pasa lo que a tí, Elena, si no me interesa un sitio, no entro. Punto pelota. Y por mucho que no me interese, ni aunque me pongan a caer de un burro, no por eso me lio a tumbar blogs de nadie. La opinión es como una cagada, cada uno tiene la suya y sólo huele mal la de los demás.

Tercero. Suplantar al identidad de un bloguero en un blog es tan sumamente fácil que me extrañaba que nadie me lo hubiese hecho ya. Basta con rellenar los campos correctamente para hacer que las «pistas» apunten hacia ese sitio en concreto. Lo que hay que ser es un poco lerdo para morder el anzuelo tan a lo bestia. Pido por favor a todos los parroquianos que me suplante la identidad en el blog de Elena. Para que vea cuántos Wardogs hay y que os maldiga a todos.

Cuarto. Quiero creer que esta «acusación» ha sido producto de un calentón, por lo infundada, pero que la has hecho porque creías que yo era realmente el culpable. Me pedías que diera la cara y aquí tienes un cacho largo de jeta, no he contestado antes porque ayer estuve todo el día fuera por cosas del trabajo. Pero insisto, quiero creer que lo has hecho creyendo que el autor de la fechoría he sido yo y no que hayas simplemente querido algo de publicidad, que para eso está Menéame.

Dicho todo lo cual me reitero: Manda huevos.

P.D.: Da gusto tener parroquianos fieles y defensores de la ley. Si al final hay juicio por el tema este, venid todos al juzgado, que va a haber un fiesta que te cagas. Las cervezas las pongo yo.

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