Pena (post serio)
Estoy terminando de impartir un curso de HTML básico en una academia. Es un curso que se ofrece para trabajadores y gente en paro, y por lo tanto es gratuito, cofinanciado por el Fondo Social Eurocuesco, con titulación oficial y todo eso.
Como profesor intento enseñar las cosas de la manera más amena posible y hacer que el alumno vea las cosas por sí mismo, que comprenda el funcionamiento de lo que le estoy explicando por sí mismo, de manera que comprenda el por qué de hacerlo de una manera determinada y no de otra.
No soy un experto en pedagogía ni mucho menos, pero procuro enseñar las cosas como me hubiese gustado aprenderlas a mí. Y por supuesto doy clase porque me pagan.Y no voy a hablar de lo bien que me lo paso en clase ni de lo que me gusta impartir, que también.
De lo que quiero hablar es de algo que me produce una pena inmensa. Y me pongo en modo carcamal de ochenta años: vaya puta mierda de generación me va a proporcionar a mí la jubilación. Me veo currando hasta los noventa años. Porque morirme me pienso morir a los doscientos setenta y ocho por lo menos.
Tengo en el aula señores y señoras adultos, que van porque quieren y les interesa la materia en algún aspecto; gente joven, más o menos de mi edad, que no tiene trabajo y aprovecha para sacarse un titulito que pueda usar más adelante. Y luego está el grupo B: los adolesdolientes. Una pena.
De verdad que me produce una profunda pena y me hace plantearme seriamente en qué está convirtiendo el sistema educativo a los jóvenes de hoy en día. ¿En marionetas inútiles? ¿En bobos inerciales? ¿En vegetales depredadores de recursos? ¿En inocentes maleducados? En todo eso y en más cosas, me temo.
Como decía, me dedico a enseñar el HTML básico a quien lo quiere aprender. No es mi labor educar a nadie; se supone que eso viene ya hecho de casa o del colegio. Pero no. Los adolesdolientes vienen a clase como si viniesen a un cibercafé. Hay internet gratis y si hay suerte, se está calentito. El tema no les interesa en absoluto. Yo me esfuerzo por hacer chascarrillos mientras explico para que no se me aburran, les pongo a practicar constantemente con lo que les estoy explicando, pero es inútil.
No saben escribir. Y no me refiero a teclear, que eso lo dominan gracias a la mensajería instantánea, que no veas tú lo que manejan del messenger de los cojones y la facilidad que tienen para mantener catorce conversaciones sin pestañear. Me refiero a que escriben todo el texto con faltas de ortografía brutales y además, abreviando como si estuviesen tecleando en un puto móvil. Cuando yo estudiaba, si cometías una falta en el dictado, copiabas la palabra correctamente cien veces y hacías una redacción con esa y con las otras que tuvieses mal. Y mira, me sigue gustando escribir. Tengo colegas de mi edad que no terminaron los estudios porque no les gustaba, pero en el foro de la peña escriben correctamente, sin abreviar y sin errores ortográficos
¿Pero estos individuos? Si tuviesen que redactar una instancia para una entidad pública ¿qué harían? Devuelta por defecto de forma de todas todas. Porque si no me equivoco, ahora se lleva el refuerzo positivo, que me lo explicó mi ex que era maestra. El chaval hace mal el dictado, pero el profe le anima, le da una palmadita en el hombro y le insta a esforzarse más la próxima vez. ¡Vamos no me jodas! ¿De verdad te piensas que el crío va a hacer el mínimo esfuerzo? ¡Es un niño! ¡Quiere jugar, no esforzarse para hacer mejor el dictado!
Ahora los nenes se acostumbran a que hacer las cosas mal no tiene ninguna consecuencia negativa para ellos. Hago lo mínimo para que me dejen en paz y a correr. En el cursillo este les pedía que escribiesen un texto de colores y me ponían una frase de un sólo color y a seguir con el messenger, mientras que los demás me usaban tres o cuatro colores distintos para probar.
No tienen educación ninguna. Y por educación ya no me refiero a formación, sino a respeto por los demás y un comportamiento civilizado. Gritan, molestan a los compañeros, exigen en lugar de pedir y con malas maneras… Si por ejemplo estoy explicando teoría y no les funciona el ratón GRITAN exigiendo que se lo arregle. Hablo de gente de 16 a 20 años. Impresionante. Obviamente son ignorados y eso les enfuerece. No obtienen lo que quieren de la manera a la que están acostumbrados a obtenerla y eso les desconcierta. Hablan entre ellos a voces y molestan a los demás. Yo alucino.
Cuando yo iba al cole, si alguno hablaba fuera de tiempo en clase, se llevaba un capón de tres pares de cojones, lo echaban de clase o lo mandaban con el director, que le pegaba un repaso de mil pares de huevos. Si el niño se liaba a gritos fuera del cole, su padre o su madre le daba una azotaina en el culo. A mí mismo mi madre me ponía el culo como un tomate maduro por dar la brasa, y eso que yo era de los buenos, según ella. Ahora no se puede tocar a un niño siquiera o se le cae el pelo al maestro o incluso al padre. Vamos, no me jodas. Los niños son de naturaleza cruel. ¿Qué hace un niño para establecer su voluntad? Pegar al otro. No va a dialogar con él y a exponerle sus razones para que le de la pelota. No. Le mete dos hostias y el que más pueda que más apriete.
No defiendo el maltrato ni la violencia. Defiendo la hostia que educa usada en su justa medida. El niño entiende y teme la violencia porque lo llevamos programado en los genes. El educador debería poder contar con la herramienta que el niño comprende y usarla con prudencia. Lo justo para ganarse el respeto del niño. ¿Hasta qué edad se puede dar una galleta al niño? Eso lo dejo para el debate de los comentarios (me juego otra crucifixión, lo sé). ¿Quiero yo pegarle una galleta a los adolesdolientes estos? No señores. Que se la hubiesen dado sus padres. Pero es justo lo que les falta, un buen par de hostias. Pero a los maestros de primaria les han privado de la autoridad sobre los críos y los críos se convierten en el elemento dominante. Compadezco a los pobres maestros. Y no hablemos de los profesores de secundaria y estudios superiores lo que han de sufrir, porque ya vienen maleducados desde abajo y ahí directamente ya se los comen.
Ahora los adolesdolientes estos creen que todo el monte es orégano y que todo se les es dado por su cara bonita. La cara que se les queda cuando les digo que se jodan, que se esperen, que no me sale de los huevos, que no es el momento o que hagan el puto favor de callarse es impresionante. Es como si de repente, nada les cuadrase. Están gritando, están llorando, pero no les hacen caso. Bienvenidos al mundo real.
Su falta de iniciativa es alucinante. No tienen curiosidad por nada en la vida excepto en si se puede saber si le tienen admitido o no en el messenger ese. No van a estudiar, van al instituto. No se preguntan cosas, no se cuestionan nada, no indagan. Qué pena. ¿Qué van a ser en la vida? ¿Tristes individuos anodinos? De verdad, me da mucha pena lo que veo.
En alguna ocasión he conseguido motivarles mínimamente y han empezado a trabajar, pero eso es casi peor que dejarles que chateen alegremente. No tienen actitud de trabajo, cualquier cosa que les requiera un esfuerzo constante durante más de cinco minutos es abandonada al momento. Y cuando les pedía que terminasen para poder seguir con la clase, se quejaban de que no lo entendían, que era muy difícil, que era un rollo. Lo que les pedía era tres párrafos con alineaciones distintas y una foto. Incluso tuve que explicarles lo que era un párrafo porque sinceramente no lo sabían. Al final lo único que conseguí fue retrasar al resto de la clase.
No leen, no escuchan más música que la que la tele dice, no visitan páginas de opinión, ni blogs, ni foros de debate (quitando los de la tele), no bucan hacer cosas nuevas, películas que no hayan visto, arte, ciencia, documentales… nada. No muestran interés por nada en absoluto.
Y no lo digo sólo por mis alumnos. Muchísimos padres que conozco se quejan de sus hijos por la misma razón y la culpa es suya. Veo niñatos por la calle comportándose como se comportan en el aula. Los oigo hablar en los bares y da pena. Son vidas vacías y sin rumbo y les da igual. Lo único que esperan es una serie nueva de la tele, que una chica les pida salir, que su papá les compre un móvil, una consola o una moyo o que un chico les mire para contarlo luego por messenger. Tío tía, que fuerrrrte lo de ayer en la serie de las tetas…
Veo muchísimos chicos y chicas jóvenes así. Y me da mucha pena. Sé que hay, y conozco chavales que estudian y se comportan con educación, pero cada vez veo menos niños curiosos y más niños alienados. Algo está fallando y yo creo firmemente que es la educación que les estamos dando.
Hay un chaval de 16 años en clase con el que tengo más confianza y le curto a collejas, le animo cuando hace algo bien, le recrimino si hace algo mal. Le muestro cosas nuevas o curiosas, y el chico responde. Intenta hacerlo, pese a que tiene muy poca base, pero el tío ha sido de los pocos que ha terminado el catálogo web que les pedí.
Cuando yo iba al instituto también veía gente de esta. Pero no eran tantos. Insisto en que tengo amigos que no querían estudiar, pero tenían curiosidad por las cosas. Uno es mecánico, otro es electricista, otro fue militar, otro guardia civil y el otro volvió a coger los libros y ahora es un monstruo en electónica y robótica. Y así con todo. Es gente que busca, gente activa. Llena de vida. Pero el resto de chavalada actual, insisto, me produce una inmensa pena. Creen que todo viene hecho, que todo es fácil. No saben trabajar, no respetan a nadie, no saben nada ni lo quieren saber, no aspiran a nada porque consiguen todo cuanto quieren con sólo levantar la voz. Qué pena.
Qué pena la hostia que se van a meter cuando salgan al mundo real.
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