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  • Sin publicidad

    Me he cansado de poner publicidad para costear los gastos del blog. Puedo asumirlos por mí mismo. Hago esto por diversión.

    Pero si te apetece pagarme una cerveza, aquí tienes un botón:

  • ¡Cómprame un libro!

    320 páginas de celulosa no retroiluminada vintage con lo que hay aquí y el final de "Un nuevo mundo". No necesita baterías y funciona con casi cualquier luz visible.

    Aviso: El papel puede cortar. Consideradlo una feature de ataque a lusers.

  • Buen leer

    El increíble viaje del faquir que se qeudó atrapado en un armario de IKEA,d e Romain Puértolas

    El último pasajero, del maestro Manel Loureiro

    Tengo una pistola, de Enriqe Rubio

  • Amaestrando a Fluffy

    A Fluffy le queda mucho por aprender. El pobre anda más perdido que un hijo de puta le día del padre. Y le comprendo. Cuando uno se mete en un berenjenal como es Killminds, cuesta hacerse al cargo.

    Killminds tiene la peculiaridad de que es una empresa de funcionamiento cuando menos, curioso. Aquí todo el mundo lleva anteojeras, como los burros; más aún, tienen visión efecto túnel. No tienen visión periférica. Nadie ve más que lo que tiene en frente. En realidad esto no es cierto. El teléfono lo ven de puta madre.  Y llaman. Llaman mucho.

    Y claro, Fluffy es joven, crédulo e impresionable. Y yo le estoy mostrando el camino. Está aprendiendo a no creer en ellos y a creer en el BOFH-Zen. Estábamos en el despacho departiendo animadamente sobre por qué conviene en esta empres filtrar el tráfico de internet a estas chusma, chusma, chusma, cuando suena el trimpititer. Lo cojo yo y pongo el manos libres para que Fluffy vaya aprendiendo.

    -Sistemas, le habla el ajeno anejo.
    -¡Hooooooombretigredebengalí! ¡Quétalandamosquehacemuchoquenomecogeselteléfono!
    -¿Tú te has enterado de que ya no trabajo aquí?
    -¡Nojodas! ¡Perosinosabíayona!
    -Poyavehtú. ¿Qué te pasa?
    -¡Questoybloqueao! ¡Estos’haparaoynovanip’atrásnip’alantemayoral! ¡Unahorallevoesperando!
    -Vale.

    Clic.

    -Ah, pues nada, le cierro la sesión desde aquí y…
    -Quieto.
    -Pero… está bloqueado y no puede trabajar, hay que…
    -Quieto.
    -¿Y no vas a hacer nada?
    -No. Espera.
    -Que luego se pone como un energúmeno y grita mucho y…
    -No importa. Espera.

    Me mira extrañado y nervioso. Mi cara refleja paz, mi respiración acompasada me acompaña mientras cuento hasta treinta. Fluffy mira de reojo el icono de terminal para entrar a matar la sesión. Se contiene a duras penas.

    ¡Trimpititrin! ¡Trimpititrin! Decuelgo y pongo el manos libres.

    -Zen Systems, ¿lo cualo de lo qué?
    -¡Graciasmaestro! ¡Yasemueveestoereselmejor!
    -De nada.

    Fluffy alucina.

    -¿Pero qué has hecho?
    -Nada.
    -Hombre, algo habrás hecho para desbloquearle…
    -No, nada.
    -¿Entonces?
    -Es cuestión de conocer a estos bichos. A ver, Bolindre tiene el metabolismo de un topo: su corazón va a 300 pulsaciones por minuto, va medio ciego por la vida, todo le huele maly el tiempo pasa muy deprisa. Entonces, bloqueado es que está con el relojito mientras el ordenador procesa, no poder trabajar es que tiene que esperarse y una hora equivale más o menos, a unos 30 segundos. No hay proceso que pase de minuto y medio, ergo, 30 segundos desde que se pone el relojito, 30 segundos más al teléfono y otros 30 segundos de espera y se soluciona el tema.
    -Joder…
    -Exacto. ¿Seguimos con el tema de los puertos?
    -Sí, sí…

    La cara de mi pupilo es un poemita. Parece que le cuesta entender… ¡pero si es muy fácil! ¡Da igual lo que digan! O mienten o no es importante, así que, calma, no pasa nada. El BOFH-Zen facilita taaaanto las cosas…

    -Oye, Fluffy, un tema… vas demasiado lanzado en el trabajo. No es malo tener energía, pero tienes que canalizarla.
    -¿Qué quieres decir?

    ¡Trimpititrin! ¡Trimpititrin!

    -Disculpa… – pongo el manos libres- Soy el Oráculo del Norte, soy la luz de tu camino…
    -¿Wardog?
    -Tambien, Lucky, también…
    -¡Virgen santa! ¡Virgen pura! ¡No sabía que estabas aquí!
    -Sí que lo sabías, te vi salir corriendo ayer de la recepción cuando dije buenos días, machote.
    -¡Uy! ¡Pero qué dices si yo no estaba! ¡Ay virgen sara! ¡Ay virgen Puta! Espera, que me lío…

    Desactivo el micrófono y le digo a Fluffy «¿Ves cómo siempre mienten?». Fluffy asiente como en trance, está sopesando lo que digo. Activo el micrófono de nuevo en el teléfono.

    -A ver, Lucky, cuitas portas que aliviarte.
    -¿Eh?
    -Que qué te pasa, alma de cántaro.
    -Ah, que no encuentro uno de mis ficheros.

    Me reclino en la silla y miro a Fluffy. Él entiende que le estoy preguntando qué hacer. El muchacho lo piensa un segundo y dibuja con la boca la palabra «Backup». Niego con la cabeza con gesto disgustado.

    -Lucky, y me imagino que ese fichero es súper importante.
    -¡Pues claro que sí! ¡Por eso te llamo!
    -Ahm… Y me imagino, porque tengo una mente calenturienta, que ese fichero contiene una información importantísima que ha de ver alguna otra persona, casi con total seguridad, un jefazo.
    -Pues sí, es un resumen de compras organizado por…
    -Da igual, Lucky. Dime cómo se llamaba el pobre fichero.
    -¡Ay virgen santa! ¡Ay virgen pura! ¡Ya no me acuerdo!
    -¿Y cuándo te has dado cuenta de que te faltaba?
    -Pues cuando he contado los ficheros esta mañana.
    -Y de ayer, que sería el último recuento a hoy, no te acuerdas del nombre..
    -Pues no, no me acuerdo, Wardog, a ver qué quieres que te diga…
    -Bueno, dime qué tipo de fichero era.
    -Pues un fichero, como todos los ficheros, que me preguntas unas cosas, Wardog…
    -No, como todos no. Puede que fuera un fichero de Excel, un fichero de Word, un fichero de Powerpoint, un fichero HTML, una base de datos Oracle, un proyecto 3DStudio, un fichero de texto plano, un fichero de registro…
    -Si es que ya no me acuerdo qué tipo era…
    -Pues si no me das pistas…
    -Sí, creo que era un Oracle de esos, porque tenía muchos datos…

    Fluffy da un salto en la silla. ¿Lucky usando Oracle? ¡Pero si no sabe ni abrir la bandeja del CD! Y eso sin contar que ese software no existe en Killminds. Le guiño un ojo y le indico que espere.

    -Aham. Bien. Y dime, ¿cuánto tiempo tengo para buscarlo y recuperarlo?
    -A las 3 tengo que presentarlo.
    -Pues hasta las 3 tienes para hacerlo, machote.
    -¿Que no lo puedes recuperar?
    -No. No puedo recuperar un fichero que no existe. No has hecho el informe y llamas al pobre informático para tener coartada y que se coma él tu marrón. Mal, muy mal, Lucky, un hombre tan íntegro como tú…
    -¡Te juro que lo he perdido!
    -Jurar en falso es pecado…
    -Uy, es verdad… digo… ¿y no me puedes hacer el favor de montarlo tú? Si es muy fácil sólo tienes que resumir las comprar por proveedor y montar un gráfico y…
    -Oh, claro, Lucky, ¡sin problemas! ¡Yo lo monto! Si total, como Fluffy está aquí me echa una mano y en media horita lo tienes…

    Fluffy abre los ojos y salta sorprendido. No lo entiende, con la de veces que le he dicho que no haga nunca el trabajo de los demás…

    -¿De verdad? ¡Pues muchas gracias! Lo tienes que sacar del catorce de noviembre de…
    -Serán quinientos euros, al contado.
    -¿Cómooooo? ¿Que me vas a cobrar?
    -Hombre, claro…
    -¿Y por qué?
    -Por salvarte el culo.
    -¡Pero si no tardas nada! ¡Si has dicho que en media hora lo tienes hecho!
    -Claro, pero es que la hora de salvada de culo está a mil eurazos, macho.
    -Ay virgen santa, ay virgen pura… ¿entonces no lo haces o qué?
    -¿Tienes quinientos euros?
    -No…
    -Pues búscate las habichuelas, macho.

    Fluffy está con la boca abierta..

    -Pero… pero.. ¿cómo sabías que era mentira? No es la primera vez que pasa, borran un fichero sin querer y hay que tirar de backup para recuperarlo.
    -Ah, es fácil. Cuando te llaman por ese tema, te dicen «he borrado sin querer un fichero que se llamaba tal o cual y estaba en tal directorio». No se andan con evasivas. Un luser que contesta con evasivas, miente como un bellaco.
    -Joder… Vaya fauna, ¿no?
    -Ya ves, hijo.

    ¡Timpititrin! ¡Trimpititrin!

    Manos libres de nuevo.

    -Colegio de los Escolapios, departamento de experimentación nuclear…
    -¡Wardog! ¡Te tengo dicho que cojas el teléfono con seriedad!
    -Hombre, $Boss… sí, aún recuerdo que siempre me lo decía cuando estaba en nómina… qué tiempos aquellos, ¿verdad?
    -En fin, mira, que tienes que quitar el reloj ese de fichar, que no funciona.
    -¿Ya no es por la gripe?
    -No, no qué va…

    Vocalizo «miente» mirando a Fluffy. Me mira y se encoge de hombros.

    -¿Entonces qué pasa?
    -Pues que aquí no puede fichar nadie, ayer no pudieron  fichar a la salida treinta o cuarenta tíos.
    -Y no pueden fichar.
    -No.
    -Y probaron más de una vez.
    -Y hasta tres, que estaba yo delante.
    -Y esto no es por la gripe de verdad, ¿no?
    -¡Que no, coño! ¡Que el reloj ese es una mierda y lo tienes que quitar! ¡No pueden fichar!
    -Oiga, tenga cuidado, que a su edad la vejiga se suelta sola con estos sobresaltos…- abro la aplicación de personal y consulto los ausentes de hoy que no están de baja: tres personas.- Bueno, esta tarde, cuando suene el timbre me los aparte usted mismo, que bajo y les arreglo el dedo a todos.

    Fluffy me mira ya desconcertado del todo. Se levanta de la silla y sonríe nervioso mientras da vueltas alrededor de la mesa.

    -Anda que no eres cachondo tú, Wardog… eres de un gracioso que enciende el pelo.
    -Hablo en serio.

    Fluffy ya se lleva las manos a la cabeza y empieza a reírse por lo bajini. El pobre entiende menos cosas ahora que antes. Con el dedo le indico que ahora le explico.

    -¿Cómo que hablas en serio?
    -En serio. Los que no puedan fichar les pide que se esperen, que va a ir el informático a repararles el dedo.
    -Bueno, vale, tú verás qué es lo que haces… te digo yo…

    Clic.

    Cuelgo y me giro en la silla. Fluffy me mira con una sonrisa de oreja a oreja y con los brazos en jarra.

    -¿Y bien? ¿Ahora cuál es la mentira? Porque, que yo sepa, serás la hostia, pero no creo que puedas arreglar dedos, ¿no?
    -¿Crees que no puedo?
    -Vale, mira, ya no sé qué creer. ¿Y cuál es la mentira que te dice el $Boss?
    -Pues no sé, pero miente. ¿No te das cuenta de la obsesión que tiene con la gripe A?
    -Sí, eso sí… ¿pero qué más le da el reloj ya? Si ya les dijiste que no es más peligroso que la máquina del café…
    -Ya, pero es obsesivo el tío. Y como los de prevención le han comido la oreja y el que le lleva la contraria es el informático…
    -¿La tiene tomada con el informático?
    -Con los informáticos, en general. Es como los aborígenes que piensan que las fotografías roban el alma. Él piensa que los informáticos roban algo. No sabe qué, pero algo han de robar porque son los únicos que saben siempre lo que están haciendo.
    -¿Y no será que le tienes manía?
    -¡Qué va! ¡Si yo le quiero mucho! Lo que pasa es que me lo tienen sin educar, y como no escucha, aprende a hostias.
    -Vale, pero… lo del dedo… no lo entiendo. ¿Cómo vas a arreglarles lo del dedo?
    -Ah, eso es fácil.
    -¿Cómo?
    -Ya lo verás. Si lo adivinas te invito a un café.

    Buena cosa le dije. Todo el día incordiando con el temita. Que si voy a poner una lente nueva en el lector de huella, que si les voy a dar una clave, que si les voy a recoger la huella de otro dedo, que si les voy a dar una tarjeta… creo que buscó todas las opciones menos la correcta.

    Cinco minutos después de la hora de salir, bajamos a la puerta donde está el reloj y allí está el $Boss con los tres tíos que no pueden fichar, que me miran intrigados y esconden las manos discretamente.

    -A ver, Wardog, ¿cómo vas a arreglarles el dedo a estos señores?
    -Un momento…- meto la mano en el bolsillo y saco un cutter king size. Los tres pobres trabajadores se encogen del susto. Me lo cambio de mano, meto la mano otra vez y saco un paquete de chicles. Me meto uno en la boca y ofrezco a la concurrencia.-Vamos a ver… Fluffy, tú tómale la huella a $Boss, a ver si funciona bien el aparato, que yo me voy a arreglarles el dedo a estos señores.
    -Vale, vale…

    Cinco minutos después volvemos los cuatro. Fichan y se marchan descacharrados de la risa. $Boss me mira atónito, y a su lado, a Fluffy parece que se le van a caer los ojos al suelo.

    -$Boss… que el relojito se queda, que va de puta madre. Y que no es peligroso por lo de la gripe, ¿eh? De verdad que no…
    -¡Pues fallaba antes de que les arreglases los dedos!
    -¿Usted cree de verdad que arreglo dedos?
    -Hombre… pues los que se han ido ahora mismo no podían fichar y ahora sí…
    -¡Ah! No, hombre, si es cuestión de no obcecarse con una idea… como está usted con lo de la gripe A dale que dale, no se ha dado cuenta de que conviene que los mecánicos se laven las manos antes de fichar.

    Fluffy se rompe a reír y $Boss se da la vuelta y se va refunfuñando. Mi joven pupilo lagrimea durante un buen rato mientras volvíamos a recoger nuestras cosas.

    ¡Trimpititrín! ¡Trimpititrin!

    Le paso el trimpititer a mi discípulo.

    -Te toca, machote.
    -Sistemas…
    -Flusffly, ¡que no puedlo entrlar en el ordenadlor! ¡Eshto esh una mierdla!
    -Aham… ¿y me podrías decir por favor qué parte de la mierda esa tiene las mayúsculas encendidas?

    Me gusta. Está aprendiendo el muchacho. Tiene un gran potencial.

    Elegí un mal día para dejar de fumar.

    Justo el día en que me destinan a Killminds antes de que el sistema se colapse.  ¿Cuánto tiempo llevo fuera? ¡Si no ha dado tiempo! Yo me negué en redondo, pero claro… -Wardog, qué más te da, si ya los conoces… -Coño, por eso, $Hyperboss, por eso… -Naaaada, nada, si son cuatro incidencias, vas las […]

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