Adioshola.
Llega un momento en la vida de todo administrador de sistemas en el que se presenta la disyuntiva de tener que elegir entre continuar en la misma empresa o salir pitando. Y como a mi las disyuntivas me tocan un poco la moral justo por debajo del ombligo, la hemos liado parda. Qué le vamos a hacer, si es mi carácter.
$Boss anda detrás de mí, me odia. Yo no le odio a él, me proporciona buenos momentos de risas y cachondeo. Pero el ambiente enrarecido muchas veces precipita los acontecimientos. Obviamente, como jefe, $Boss tiene poder. Él decide qué y cómo y cuándo se hace. Y tiene todo el derecho a hacerlo porque para eso es el $Boss. Lo que pasa es que estaba acostumbrado a hacer lo que quisiera cuando quisiera y además, con quien quisiera. Y se conoce que tengo problemas con la autoridad, supongo. A mí es que no se me pueden tocar los huevos.
¡Trimpititrin!¡Trimpititrin!¡Trimpititrin!
-Wardog, tienes que bajarte a ayudar a hacer inventario al almacén, que se lían.
-Joder, $Boss… el hecho de que digan por ahí que a los informáticos se nos dan bien las matemáticas no implica que sólo sirvamos para contar.
-Bueno, mira, que te bajes.
-Que no.
-¡Cómo que no!
-Como que no.
-¡Tú harás lo que yo te diga! ¡Pues no faltaba más!
-Hombre, si nos ponemos así, se me cae un plastafurbo en el pie «sin querer», a mi me dan una baja de dos meses y a usted un puro por ponerme a trabajar donde no me corresponde.
-…
-¿Entonces?
-¡Haz lo que te de la gana!
Y me cuelga el teléfono. Y es que hay veces que al hombre se le quitan las ganas de jugar rápidamente. Es una lucha constante por demostrar quién de los dos tiene más poder. Y que conste que yo nunca ataco primero, siempre viene él a la muralla a pegar patadas y claro, cuando le sirvo una tacita de alquitrán hirviendo se mosquea el jodío. Luego se tira un par de días en casa, supongo que lamiéndose las heridas y gestando el plan definitivo.
Hasta el momento ha intentado pillarme en un renuncio, ordenarme hacer cosas que no me corresponden, todo un clásico; pedir imposibles, preguntar absurdeces, ponerme un jefe y echarme un juanker. Claro, que no me pilla ni queriendo. No me pilla en renuncios porque cumplo a rajatabla el primer mandamiento del BOFH-Zen: Paranoia, paranoia. No hago cosas que no me corresponden porque claro, suceden cosas extrañas en los sistemas si no estoy al timón. No hago imposibles porque si es imposible es imposible, y además no se puede. En cuanto a las preguntas absurdas, respuestas absurdas al cuadrado. Y bueno, lo del jefe y el juanker… me podía echar otro. Mola. Es muy divertido.
¡Trimpititrin! ¡Trimpititrin!
-Sistemas, dime, ¿qué llevas puesto?- contesto con voz sexy.
-¡Wardog! ¡Te tengo dicho que cojas el teléfono con seriedad, cojones!
-Vale.- clic.
¡Trimpititrin! ¡Trimpititrin! ¡Trimpititrin!
-Departamento de sistemas, le atiende Wardog, ¿en qué puedo ayudarle?
-¡Pero por qué me cuelgas!
-Hombre, para cogerle el teléfono como $Deity manda.
-Desde luego, tienes más tontería que la música de los caballitos, hijo.
-Ntchs… nunca está usted conforme.
-Bueno, vale ya, mira, que va a venir uno nuevo.
-¿A trabajar o a intentar darme por culo como los últimos?
-No, este viene a… ¡No me lies! Es un comercial alemán que nos va a proporcionar muchísimo dinero, así que trátale mejor que bien, y dale todo lo que te pida. Tiene carta blanca. Es un tío extremadamente competente y todo lo que pida es absolutamente prioritario.
-Pues espero que pida un cambio de servidores, que estos pobres están un poco al límite y más de sí no dan…
-¡Joder qué tío! ¡Siempre queriendo comprar servidores de esos! ¿Qué haces? ¿Te los comes o qué?
-No, hombre, si siempre los estoy pidiendo porque hace 4 años que vengo diciendo que necesitamos cambiarlos y nada, que no hay manera. En fin, que venga el germano este para acá, que se va a ir más contento que ocho cuartos.
-No la líes, no la líes, que la tenemos, ¿eh? Como me venga con una queja…
-Tranquilo, tranquilo, que este va a tirar más contento que recién follao.
Qué raro, ¿no? Si fuera un juanker, debría ser ruso, no alemán. En fin. Contesto un email urgentísimo a una empresa muy especial con la que vengo haciendo tratos desde hace un tiempo. Y espero a que venga mi colega alemán.
Al rato viene con el director comercial de la mano. El alemán mide como dos metros de alto, y otros dos de ancho. Rubio y con cara cuadrada. Este, ruso no es, desde luego. El tío trae un semblante serio como si se le hubiese muerto la abuela hace diez minutos. Si el BOFH-Zen no fuese mi guía y mi luz, esaría acojonado. Me pongo en pie y tiendo mi mano derecha, que el monstruo teutón estrecha como un hombre con su sartén de tefón.
-Wardog, este señor es Otto Heinz, nuestro nuevo comercial para el centro y este de Europa.
-Encntchado du conocerrte, Warrdogg.
Oh Dios. Oh Dios. Oh Dios. Wardog, por el amor de $Deity, no te rías. Aguanta. Aguanta. Piensa en algo triste. Piensa en lo solas que están las dos neuronas de Lucky. Piensa en gatitos muertos. Piensa en la mujer del jefe desnuda. Ya.. Ya pasó. Dios. ¿Cómo es posible que una cosa tan grande y que se llame Otto suene como un patito de goma?
-Igualmente, Ottomrmmmmglfhsssjajajaja¡ ¡COF! ¡COF ! ¡COF! Perdón… un ataque de tos. Disculpadme un momento…- me meto en el CPD (por llamarlo de alguna manera) y cuando dejo de lagrimear dalgo de nuevo. – Bien, Otto, dime, ¿en qué puedo ayudarte?
-Necesito un orrdenadorr porrtátil.
-Por supuesto- saco el que fue de El Máquina y se lo entrego ipso facto.
-Correcto-, dice mientras lo enciende en un silencio alemán y espera a que arranque. – bien, tiene sistema operrativo. Necesito Outlook y accsesso a la aggenda de exportasión.
-Ok, dame un segundo…- Preparo un usuario nuevo y le doy los permisitos adecuados. Se lo configuro en el portátil.
-Perrfecto, muchas grrasias. Nesessito accederr a la emprresa desde cualquierr parrte del mundo.
-No hay problema, majo. Otro segundito, por favor-. Rebusco en el almacén de trastos la caja que dice «caprichos de $Bossson» y saco un módem 3G. Lo enchufo y le configuro la VPN.
-Estupendo, Warrdogg. Casi me siento como en casa, grran efisiensia.
-Oigs, aunque parezca mentira, me pongo colorada cuando me miras…
-Perrrdona, no te he entendio.
-Ah, es una expresión muy española para dar las gracias.
-Correcto, entiendo. Aunque parresca mentirra me pongo colorrada cuando me mirras.
Oh Dios. Oh Dios. $Deity bendito. Wardog. Piensa en perros atropellados. Piensa que ThinkGeek no sirve a España. Piensa en Zapatero. Piensa en la menestra de Cultura. Miro al director comercial y se está tapando la boca con la mano.
-¡COF! ¡COF! ¡COF!… disculpadme…-me meto en el CPD (por decir algo) de nuevo y me descojono a gusto. Dios. No me lo puedo creer. Un animal de doscientos kilos con voz de patito de goma recitando eso… Alabado sea $Deity por estos momentos de gloria. Bendito sea por crear a estos individuos. – Bien, ya estoy de vuelta. La alergia, que este año pega fuerte.
-Comprrendo. Em… Warrdog, ¿puedo pedirrte que me instales un prrograma de copia de segurridad que no sea el de Windows?
-¿Te vale con el Acronis?
-Perrfecto, quierro que cada vess que arranque el orrdenadorr me haga una imagen completta, porr si se me estrropea el orrdenador en un viaje, poderr restaurrar el sisstema.
-Pues perfecto entonces. Te lo monto en un momentito.
-Aunque parresca mentirra me pongo colorrada cuando me mirras.
-¡¡COF¡COF¡COF¡COF¡COF¡COF¡COF¡COF¡COF!!-$Boss en pelotas jugando al golf, $Boss en pelotas jugando al golf, ¡no! ¡La hipoteca! ¡La hipoteca!- maldita alergia… de nada, Otto, de nada.
La verdad es que este hombre sí que parece ser eficiente, sí. Parece un usuario competente acostumbrado a trabajar de manera autónoma.
-¿Algo más, Otto?
-Grrasias, no nesesitto nada más, veo que está instalado Open Office y con eso ya me sirrve. Oh, sí, una cosa más. ¿Cuál es la dirreccsión de la intrranet?
-La tienes como página de inicio, mismo usuario y password que para acceder al sistema.
-Estupendo, Warrdogg. Muchas grasias, o como dessís en España, aunque parressca mentirra…
-De nada, Otto, de nada. Un placer, de verdad.
Me despido de ambos y contesto un email que me estaba parpadeando en la pantalla desde hacía veinte minutos. La empresa especial me quiere. Qué bonito. Les contesto diciéndoles cuánto les quiero yo.
Al día siguiente me llama Otto desde Sofía, que se ha ido el muchacho a venderles todo lo que tenemos a los búlgaros, o algo así.
-Oye, Warrdog, tengo un prroblema de renimiento con el orrdenadorr..
-Tú dirás, majo.
-Cuando lo ensiendo, y arranca tarrda un minuto en sincrronissar el correo.
-Normal.
-¿Cómo norrmal?
-Chico, al inicio hace el backup como me pediste, se conecta a través de 3G, y te sincroniza el correo en un minuto… eso en España es rapidísimo.
-Es que en mi antigua ofissina de Berrlín erra instantáneo, porr eso me quejo. Nessesito no tenerr que esperrar.
-¿Qué orrdenador tenías en Berrlin?
-No recuerdo nombrre… perro en la caja ponía XENON o algo así… perro no erra porrtátil erra un… cómo se disse…¿sabes qué es Workstation?
Pues no es pijo el pelopaja este…
-Mmmyap… mira, con el hardware que llevas la única solución para que no tengas que esperar al ordenador es una solución muy española: café.
-¿Café? No entiendo…
-Es fácil. Tu enciendes el ordenador y te vas a tomar un café. Cuando vuelvas, el ordenador estará esperándote a tí y no tú a él.
-¡AJ AJ AJ! ¡Grran solusion!
-Siento no tener nada mejor, Otto.
-No imporrta. A la vuelta hablarré con $Boss parra que adquierra un porrtátil mejorr.
Este chico es majo. Me gusta.
-¿Qué tal con el $Boss? ¿Te trata bien?
-Oh, sí, perro él no es mi $Boss. Yo trabajo para SupraKillminds. No sé si sabes que Killminds serrá absorbida el mes que viene.
-Pues no tenía ni idea…- mentira cochina y puta.
-Bien Warrdogg, muchas grrasias, he de volver al trrabajo.
-De nada.
Qué cosas. Así que $Boss me mandaba a Otto entre algodones por aparentar ante sus nuevos jefes. Oigs. Pues sí. Killminds va a ser devorada por una empresa muy especial, compuesta por varias del mismo sector. Mi obsesión por la segurida y mi afición a la lectura me han mantenido informado todo este tiempo. Ya lo sabía.
Ahora es cuestión de hacer las cosas bien. Llamo al gerente.
-Hola, soy Wardog.
-Dime.
-Nada, es para que digas a personal que mañana no vengo, me pillo dia de asuntos propios.
-¡Uf! No sé si te lo conederán, hay que avisar con quince días de antelación y…
-No he podido avisar, ha sido algo inesperado. Además, creo que lo entenderán, llevo seis años sin disfrutar de ningún día moscoso.
-Vale, vale, está bien.
-Gracias.
Y ahora… a ver cómo cabreo al $Boss… joder. Esto va a ser difícil, no estoy acostumbrado a tirar la primera piedra. Probemos con un clásico. Vayamos al servidor de dominio… a ver… ¿y si quito el cablecito de corriente del raid? ¡Uyva! ¡Se ha parado! Qué previsible… cinco, cuatro, tres, dos, uno…
¡Trimpititrin! ¡Trimpititrin! ¡Trimpititrin!
-Sistemas…
-¡Quehapasaomayoralquenopodemosentrar!
-No sé, se ha parado el servidor de dominio y ahora no tira…
-¡Cuandosepuedaavisanos!
¡Trimpititrin! ¡Trimpititrin! ¡Trimpititrin!
-Sistemas… el servidor se ha parado y no se puede entrar, avisaré cuando se pueda…
-Vfale, vfale…
Doscientas llamadas más se sucedieron durante el siguiente cuarto de hora, durante el cual me estuve masajeando las secreciones nasales.
¡Trimpititrin! ¡Trimpititrin! ¡Trimpititrin!
-Sistemas…
-¡Wardog! ¿Qué cojones pasa que no puede entrar nadie?
-Pues ya ve, $Boss, que esto ha reventado.
-¿Cómo que ha reventado?
-A ver, esto tiene más años que el mear de pie, y le damos más tralla que a las furgonetas de reparto. Si lo raro es que no hubiese petado antes.
-¡Arréglalo!
-Necesito piezas. Un raid nuevo, con discos nuevos y…
-¡Siempre pidiendo!
-Oiga, que yo he intentado arreglarlo con un clip y un chicle de regaliz, como McGiver, pero no funciona.
-¡Menos cachondeo!
-Oiga, hago lo que puedo con los medios que me dan.
-¡Nunca tienes suficiente, joder! ¡Me tienes hasta los huevos!
-Eso tiene fácil solución.
-Conmigo no te pongas chulo, ¿eh?
-No hay huevos.
-¿Que no hay huevos! ¡Me cago en la puta de oros! ¡Mañana mismo hay uno en tu puesto! ¿Pero qué te has creído? ¡A la puta calle, hombre!
-No me creo yo eso…
-¡Cóno que no! ¡Ahora mismo te quiero ver en el despacho de personal! ¡Inmediatamente!
-Allí le espero.
Me voy para el despacho de personal.
-Hola, Wardog, que no hay problema con lo del día moscoso…
-Nah, si yo creo que no va a hacer falta, ahora viene el $Boss, que dice que me va a despedir…
-No creo… ¿con tu contrato? Lo dudo.
-Uy, nunca se sabe, ¿eh? Viene calentito.
-¿Qué has hecho?
-Nada, que ha petado un servidor, le he dicho que necesito repuestos y se ha puesto como una fiera.
En esas estamos cuando abre la puerta un $Boss rojo de ira.
-¡A ver, tú! ¡Prepárale la carta de despido a este señor ahora mismo! ¡Mañana que no venga!
-Pero… las cláusulas del contrato…
-¡Que me da igual!
-Oiga, que es una pasta…
-¿Es que estás tonto tú también o qué? Mañana que no venga por aquí, ¡que me tiene hasta los cojones!
Y se marcha por donde ha venido sin decirme ni mu. En fin, la vida es así.
-Joder, Wardog. Pues te tengo que preparar el despido, macho. No sé si darte el pésame o la enhorabuena.
-Como más te guste, hombre. Cuando lo tengas, me lo dices, que me voy a despedir de la gente.
Al final del día firmé la cartita dichosa. Un sentimiento agridulce al hacerlo. Pero esto son cosas que pasan. Máxime cuando uno las provoca. Y lo fácil que fue. Apelar a la virilidad de un $Boss siempre trae consecuencias imprevisibles. Me fui al despacho que ha sido mío durante tanto tiempo y recogí mis cosas. Restablecí la corriente a los discos del servidor y me fui a despedirme del $Boss.
-Bueno, $Boss, pues ya me marcho. Ha sido un placer trabajar con usted todos estos años. Espero que nos volvamos a ver. Sin rencores. Y le tiendo la mano.
Me mira con una expresión hueca. Después del calentón se ha dado cuenta de lo que ha tenido que pagar por poner sus huevos más altos que los míos. Me estrecha la mano blandamente y murmura un «gualmente».
-Ah, y ya he arreglado el servidor. He sustituido los discos por uno que he podido conseguir, pero eso no aguantará mucho tiempo. Tendrá que mandar que lo reparen en condiciones a quien venga en mi lugar.
Se le inyectan los ojos de sangre, se da la vuelta y se mete en su despacho. Yo salgo al aire fresco de la primavera. Al aire limpio de la libertad. Fuera de Killminds.
Pasaron quince días. Quince días de reposo, relax, disfrutando de la vida. Luego empecé a trabajar de nuevo. Un sitio más grande. Con ventanas. Limpio, silencioso. Cobro sólo un poquito más que en Killminds, y etsá más lejos de casa. Además tengo un superior que me supervisa y muchísimos más lusers. Pero lo que más me gusta del sitio nuevo es que mi teléfono es… es… $Deity… ¡es un Bambiduber! ¡Hasta con gusto lo cojo!
¡Bimbambidubi dubi! ¡Bimbambidubi dubi!
-Sistemas, dígame…
-¿Es informática?
-Efectivamente, ¿en qué puedo ayudarle?
-Sí, verá, es que estamos sin informático y…
-Pues le recomiendo que se busque uno, no pueden depender de que nosotros les podamos ayudar, tenemos demasiado trabajo…
-Ya, bueno… oiga, su voz me suena…
-Claro, que le suena, $Boss.
-¿Cómo sabe mi nombre? Aún no le he dicho mi… mierda.
-Volvemos a vernos, $Boss, volvemos a vernos.
Clic.¡¡ MWAAAAHAHAHAHAHAAAAAAA!!