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  • Fauna oficinera: Contagarbanzus Cansiniensis

    Abordamos hoy, queridos amigos y amigas, a un espécimen la mar de curioso: el Contagarbanzus Cansiniensis.
    Físicamente este individuo se reconoce gracias a su estatura media, peso medio, gafas, calvita tipo monje franciscano (y lo propia que le queda), camisa de rayas abrochada hasta las cejas y, ante todo, pantalón vaquero caído hasta los tobillos. Se ha especulado con que estos especímenes no poseen más allá de 12 cm de piernas, ya que la culera del pantalón puede estirarse indefinidamente hasta casi rozar el suelo. Os aseguro que impresiona.
    Por otra parte, para complementar la identificación, hay que fijarse en que tenga más de 40 años, viva con sus padres, no tenga novio ni novia conocidos, ni lo haya tenido nunca, vaya a misa al menos 3 veces por semana, y pertenezca a todas y cada una de las asociaciones benéficas de la zona.
    Mas no os dejéis engañar. Este animal es peligroso. Muy peligroso.
    Habita en los departamentos de contabilidad, donde se siente a sus anchas, como cualquier contagarbanzus comunis, aunque el sujeto a estudiar en esta entrega, además de la contabilidad de proveedores de material de oficina se encarga del material de oficina propiamente dicho y de preparar los sobrecitos marrones que nos encantan a primeros demes.
    Lo que diferencia al contagarbanzus cansiniensis del contagarbanzus comunis es, ni más ni menos, que una actitud obsesivo-compulsiva hacia cualquier cosa con números. Veamos un encuentro entre un Informaticus Wardogcensis y un Contagarbanzus Cansiniensis:
    -Oye, Lucky, que me llevo un disquete…
    -¡Si hooombre! A ver, a ver que yo lo vea. Vale. Un disquete. ¿De donde lo has cogido? ¿Has abierto alguna caja?¿Te llevas la etiqueta?
    -No, estaba la caja abierta, yo solamente lo he cogido y…
    -¿Y cuantos quedan en esa caja?¿Eh?¿Cuántas cajas quedan?
    -Yo que sé, tío, ¡que es un disquete!
    -¡Ya está! ¡Ya está!¡Todo el inventario a la porra!¡Hala!¡Virgen santa, virgen pura!
    Y el tío se lía a contar disquetes con una cara de desconfianza impresionante mientras invoca a todos los santos que se conozca y murmura hasta que termina la operación.
    Es un espécimen de hábitos huraños y desconfiados, hasta tal punto de que se pueden observar a especímenes de diverso tipo circulando por los pasillos de Killminds con botes de tippex vacíos, cuadernos sin hojas, bolígrafos gastados, etc., camino del despacho de nuestro Contagarbanzus Cansiniensis, porque el tío no suelta un tippex si no le llevas un bote vacío. Como el tío de las cervezas: si no le das el casco, te lo cobra.
    Por otra parte, este animal es capaz de ejecutar una orden de un ente superior o dominante en otro área tan a rajatabla que hace dudar de que el libre albedrío inherente al ser humano se halle presente en este… ser.
    Si, por ejemplo, Bossus supremus le dice que hay que comprobar los precios de los proveedores para que no nos den gato por liebre tenemos el circo montado con el Contagarbanzus Cansiniensis. ¿Por qué? Veamos un ejemplo:
    -Oye Lucky, te dejo en el archivo un pedido nuevo de Tóner del proveedor de siempre, ¿vale?
    -Vale Wardog.
    Sencillo, ¿Verdad?
    Una milk. Veamos lo que ocurre media hora después.
    ¡Bidubi bidubi!
    -Wardog, ¿qué es esto?
    -Yo que sé, dimelo tú.
    -Que tengo un pedido de tóner aquí.
    -Pues eso, un pedido de tóner.
    -¿Pero se ha recibido?
    -No, te lo acabo de dejar, mira la fecha.
    -¿Y el albarán?
    -¿No te estoy diciendo que no se ha recibido, que lo acabo de pedir?
    -Vale vale, yo luego no quiero saber nada, ¿eh? Virgen santa virgen santa, San Tolomeo de Barriomojao nos asista que…
    clic
    Y lo mejor es cuando llega el material pedido. Eso es ya un circo con elefantes y todo. Aún recuerdo el primer pedido que hice a este Contagarbanzus Cansiniensis, que me explicó que tenía que buscar el pedido en el archivo, grapárselo junto con el albarán y la factura en ese orden y firmarlo si era conforme.
    Pues bien. Llega el pedido, compruebo y punteo el albarán, coloco todo en su sitio, compruebo los precios, lo firmo y se lo llevo encomendándome a San Guijuelo. Pues bien. Ya he desistido de intentar graparle bien los papeles.
    Le llevo pedido-albaran-factura me lo desgrapa y con mirada de condescendencia me los desgrapa y pone factura-albaran-pedido. Tomo nota y al proximo le grapo factura-albaran-pedido. Mirada de condescendencia, lo desgrapa y pone albaran-pedido-factura.
    Y así con todas las combinaciones posibles. Al final se lo llevo sin grapar y que haga él lo que le salga de la calva.
    Luego comprobará los precios y dirá:
    -Oye, que el precio es distinto.
    -Claro, y el modelo de tóner que estás mirando también.
    -¿Es conforme?
    -Sí, ¿no ves que está firmado? Ahí, al ladito de donde pone «conforme».
    -Sí, ¿pero es conforme?
    -Que siiiii, Luuuucky, que siiiiii…
    Por otro lado, el Contagarbanzus Cansiniensis es muy favorable a las obras de caridad. Siempre está metido en algún ajo de esos. Es loable, desde luego, siempre y cuando no lo aproveche en beneficio propio. ¿Cómo? Veamos:
    -Oye, Wardog, ¿quieres hacer una obra de caridad?
    -Claro, si está en mi mano…
    -Es que tengo el comedor de caridad hecho un circo porque tengo los datos en una base de datos de acces, pero se me ha roto el ordenador. ¿me lo podrías arreglar?
    -Traételo y lo miro, sin problema.
    -Noooo, que no puedo, porque es que está en mi casa y además es que tengo que ir a la Cruz Roja y no voy a poder y…
    -Vale vale, yo te lo miro…
    Como un pringado inocente fui a la casa de Lucky, me encontré un PC destartalado con la tarjeta de video desconectada. Lo pongo en marcha y le digo que ya lo tiene.
    -Ay muchas gracias, muchas gracias…¿Pero me puedes mirar una cosa del archivo de access?
    -Glmlfffvale.
    -Es que mira, yo quiero que me liste esto así y así, y que los pagos vayan así, y los ingresos de los socios aquí y…
    3 horas después salí de allí con la cabeza como un bombo y la firme promesa de no hacer ninguna obra de caridad mientras Lucky ande en el ajo. Pero el tío insiste:
    -Hola Wardog, ¿quieres hacer una obra de caridad?
    -Pues no, soy un cabrón insensible y me gusta torturar animalitos.
    Todo este estrés caritativo le provoca una ausencia de contacto social real, lo que le lleva a lanzar su ataque más peligroso: el ataque de la verborrea mirusté.
    El tío se lanza cual ave de presa sobre el sujeto, lo acorrala en un rincón y empieza a contarte todas la obras de caridad que ha hecho desde los 12 años. Una detrás de otra. Y el acorralado diciendo mmsies y vayas y fijatetús a ver si se calla, pero no, el tío sigue. Cuando ya va contando las obras de caridad que hizo mientras estuvo en la mili, ya todos empiezan a usar la técnica del «¡Mira Lucky! ¡Detrás de tí! ¡Un pobre comiéndose los mocos!» y aprovechar el momento en el que el Contagarbanzus Cansiniensis se gira babeante para huir descaradamente.
    Pese a todo, mensualmente todo el personal espera su llegada ansioso. Y la razón no es otra que la nómina. Aquí como en todas partes, se cobra una parte en el banco y la otra no se cobra (jamás diré que cobramos dinero negro). ¡Y adivinen quién se encarga de contar y entregar la parte que no se paga en el banco!
    Llevo cuatro años enseñándole cómo funciona el programa de nóminas, imprimiéndole el listado, generándole el fichero que se envía al banco para dar la orden de pago y aún no lo ha aprendido.
    Enseño fatal.
    Eso sí. Su manía de contarlo todo TODO, le lleva a retrasar el día de pago hasta que se acerca el límite mortal: o pagas o cobras, Lucky. Lo cuenta una y otra vez. Sobre por sobre. Uno a uno. Y si le descuadra UN CÉNTIMO, los vacía y vuelve a empezar.
    Por último, es reseñable que este ejemplar de la fauna oficinera ha hecho más cursos de ofimática que todos los que leéis estas chorradas y yo mismo,
    mi
    s primas y los componentes la expedición Queztal 2003. Ha hecho cursos de ofimática, de sistemas operativos, de páginas web, de… de todo, caramba. Pero eso no es óbice para pedirle al Informaticus Wardogcensis que le haga una hoja de cálculo en la que él ponga cantidades en una columna y se sume al final. No. Y aún más. Ejemplos:
    ¡Bidubibidubi!
    -Oye Wardog, mira, escuchame un poquito ¿mestasescuchando Wardog?
    -Que si, Lucky, dime.
    -Mira, es que estoy escribiendo un escrito- él habla así, a mí no me miréis- para el banco porque me ha dicho el jefe que le mande esto para que…
    -Al grano, Lucky.
    -Pues mira, que lo he escrito. Y lo había escrito en minúsculas, pero lo tenía que haber escrito todo en mayúsculas. ¿Se puede cambiar o lo escribo otra vez?
    -Se puede cambiar, hombre. Pincha en edición, seleccionar todo.
    -Vale, ¡pero no se cambia!- y me pregunto si alguna vez cuando les dices «haz esto» se dan cuenta de lo que están haciendo y de que lo que pone en los menús es lo que realmente hace el programa…
    -Ya, ahora presiona la tecla de mayúsculas.
    -Se ha encendido una luz en el teclado.
    -No, esa no, la que está debajo de esa.
    -Sale el símbolo de menor que y ¡se ha borrado todo!
    -¡Joder! ¡La de al lado!¡Y pincha en edicióndeshacer!
    -Vale ya está todo aquí. Pulso la mayúscula. ¡Pero no se cambia!
    ¿Lo mato ya?
    -Con la mayúscula pulsada, pulsa F3, anda.
    -¡Ahooooora!
    -Pues hala, hasta luego…
    -¡Espera!
    -¿Qué pasa?
    -¡Que los números no se han puesto en mayúsculas!
    Y no, no le ha matado nadie aún, sigue pululando por las oficinas contándolo todo.
    Es un solete.

    11 Comentarios esperando que les lleves la contraria. Plantar un comentario.

    1. uff!

      Por aquí todavía no tenemos de esa clase de especimen. Ciertamente da algo de miedo.

      PS: Que risas macho! Muy bueno el escrito que acabas de escribir (;-P).
      PS2: Por cierto Wardog, ¿cómo hago para poner en negrita la expresión «uff!» del principio del comentario?

      Comentario by Comandante — 22 noviembre, 2005 @ 16:34


    2. Números en mayúsculas. Mátalo anda, que no sufra. O al menos cortale mas manos, tendrá mas tiempo libre.

      Por cierto, no todos los calvos somos así. Que consssste.

      Chao

      Comentario by terminus — 22 noviembre, 2005 @ 16:45


    3. Comandante: déjalo como está, si da lo mismo, a míu me gustan los uffs sin negritas.
      Terminus: a mi la abundancia capilar me da bastante igual. Yo digo lo de la calva de este porque parece un fraile y como le va el rollo religioso, le viene que ni pintada. Voy a ver si contrato a alguien para que le parta las piernas desde el sobaco p’abajo.

      Comentario by Wardog — 22 noviembre, 2005 @ 17:11


    4. Reconozco que lo de los números en mayúsculas me ha cogido por sorpresa, y mira que en informática ya me sorprenden pocas cosas.
      Hay que ver lo que tienes que aguantar.
      Al final vas a acabar teniendo más especimenes que el museo de historia natural, y cada cual más sorprendete, parecen todos eslabones perdidos.

      Comentario by Guillermo — 22 noviembre, 2005 @ 21:04


    5. Oye, pues podías poner un cartel en la entrada que ponga Zoo y cobrar la entrada, sería otro dinero negro bien ganado(pero que no lo cuente, que no lo cuente) XD

      Comentario by Cattz — 22 noviembre, 2005 @ 21:27


    6. Guillermo: No todos son eslabones perdidos, algunos hay buenos, pero vamos, resudios de material genético… a puñaos.
      Cattz: En cuanto a lo del zoo…tu crees que alguien pagaría, por ponerte un ejemplo, por ver a Lucky reclamándole por teléfono 2 céntimos a un proveedor? Mas que otra cosa es penoso.

      Comentario by Wardog — 23 noviembre, 2005 @ 10:25


    7. antes que se caiga en el olvido.. lo de la negrita.. ironía? 😀 Era una consulta profesioná.

      eso, que voy a jugar un rato con el ratón… aunque esto de que sean ópticos le quita mucho juego.. 🙁

      Comentario by Comandante — 23 noviembre, 2005 @ 15:12


    8. Para poner la negrita usa la etiqueta < b> el texto en negrite va en medio< /b>, pero sin los espacios 🙂

      Comentario by Wardog — 23 noviembre, 2005 @ 15:17


    9. Yo pensaba q en mi trabajo estaban todos zumbados, pero wardog, lo tuyo es insuperable. Lo mire por donde lo mire, no encuentro explicación razonable….Así que nada, disfruta del espectáculo q te dan! ;P

      Comentario by La niña de la Pepsi — 24 noviembre, 2005 @ 08:07


    10. ¿Pero por qué a mayoría de los contables son así? Yo tengo en la oficina un embrión de futuro Cansiniensis (todavía no tiene coronilla de fraile y va por los 34). Le preguntas algo y enseguida te arrepientes: es lento, pejigueras, un rata, un miserable, concienzudo (?) hasta el ridículo, se esconde los tentempiés para no ofrecer… Ais, dios, será algo que les dan mientras estudian? ¿Pero por qué todos tienen esa pinta de cuarentón o cincuentón lastimoso, aunque tengan veinte años? (con la de cuarentones y cincuentones que hay interesantes)

      Por cierto, qué bueno, wardog, lo que me he reído leyend el post.

      Comentario by Bereni-C — 27 noviembre, 2005 @ 08:25


    11. Según el estándar ISO/IEC 10646:2012, los números (en este caso específico, de U+0030 DIGIT ZERO a U+0039 DIGIT NINE, pero extensible a todos los dígitos mencionados en dicho estándar, incluyendo entre otros los dígitos indoarábigos, bengalíes, tamiles, malayos, tailandeses, tibetanos, jemeres, balineses, etíopes, egeos, fenicios, aramaicos imperiales, persas antiguos, …) no tienen mayúsculas y minúsculas. Ale, ahí queda eso.

      Comentario by nin — 23 junio, 2014 @ 21:21


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