Año nuevo, mismos lusers.
En nochevieja tengo la costumbre, como el común de los mortales de mandar un mensajito a la gente felicitando el año. No de esos que manda todo el mundo con chorraditas, sino uno que me salga a mí de… de donde siempre.
El caso es que bueno, me daba pereza ir seleccionando de la agenda a quién se lo mando y a quién no; así que lo mandé sin pensarlo más de medio segundo a toda la agenda. Que la telefónica de turno facture un poquito, ya que gasto menos teléfono que el cangrejo de la sirenita.
Y claro, entre los contactos de la agenda, tengo los móviles de los lusers. Y Bolindre se llevó un mensaje de felicitación de Wardog. Y se ve que le hizo ilusión recibir un mensaje mío. Lo digo porque me contestó. Paso a transcribir literalmente su respuesta:
Menos mal que luego recibí otro mensaje aclarando el anterior que decía:
Y es que hay veces que se puede decir mucho no diciendo nada. Bolindre lo demuestra día a día, tanto en el trabajo como fuera de él. Y si no dadle algo tecnológico, lo que sea. Veréis cómo proclama a los cuatro vientos que es más tonto que lavarse los huevos con ortigas.
Bienvenidos a 2009.