Endeve…
Flashback:
Aprender a usar un ordenador por uno mismo. Leer toneladas de ficheros de ayuda.
Aprender a programar en BASIC. Hacer pinitos en C.
Leer toneladas de ficheros de ayuda.
Escoger informática como optativa en el instituto.
Pasar horas y horas delante de un PC. Aprender a configurarlo, montarlo, desmontarlo y ponerlo a punto leyendo manuales y más toneladas de ayuda.
Experimentar con el Overclocking.
Aprender algunos lenguajes de programación específicos.
Aprender todo lo posible sobre redes locales. Conectar tu primer PC con cable BNC con el del vecino.
Concectarse a internet. Aprender rudimentos de protocolos. Probar una distribución de Linux. Plantearse jubilar un 486DX para adquirir un 486DX-2. Disfrutar como un enano conectándose a servidores ajenos y cacharrear.
Estudiar para administrador de sistemas. Que te toque un profesor estupendo y que te enseñe muchas cosas buenas. Cambiar de profesores y que sigan siendo cojonudos. Estudiar como un cabrón.
Intento de asesinato al único profesor gilipollas que me ha tocado. Los compañeros consiguen aplacarme. Llenado automático de pornografía del disco duro del profesor.
Asignatura aprobada a regañadientes. Salimos de cañas los profesores y los alumnos para celebrar el fin de curso y escupo en la caña del profesor gilipollas.
Buscar trabajo de administrador de sistemas. Encontrarlo. Cogerle el truco. Leer toneladas de ayuda.
Hacerme un nombre en la empresa. Dar miedo.
Facilitar el trabajo a todo el personal. Crear herramientas. Conectar la empresa al mundo. Establecer una infraestructura segura. Leer toneladas de manuales.
Implantar aplicaciones personalizadas. Formar al personal.
Me empiezan a tocar los huevos. Los toco yo y paro la empresa por completo. Me respetan.
Más aplicaciones. Encargarse de coordinar el diseño y la implantación de un sistema completamente renovado.
Dar más miedo.
-Mira lo que tengo en pantalla.
Me acerco y lo miro. Un e-mail.
-Un email.
-Sí, ya, pero mira a ver si lo entiendes.
-Blablabla contrato… blablabla.. royalties, blablabla periodo, blablabla ventas… Sí, lo entiendo.
-¿Y bien?¿Qué tengo que hacer?
En ese momento mi mente se funde a negro y veo una escena bochornosa. Estoy sentado en la silla de Misifú, y éste, sentado en mis rodillas. Yo lo sujeto con un brazo mientras que con la mano libre voy señalanado en la pantalla del ordenador. Misifú sujeta un chupete con los dientes.
-¿La C con la O y la N?…
-¡CONnnn!
-¡Bieeeen!¿La T con la R y la A?
-¡TRAAAAA!
-¡Muy bien, Misifú!
-¿Y la T con la O?
-¡TOOOOO!
-¡Ahora todo junto!
-Con… con… ¡no me sale!
-¡Ánimo, muchacho!
-Con… con… ¡ABUAAAAAAAAH!¡BUAAAAAH!
Vuelvo al mundo real, Misifú me está zarandeando levemente.
-¿Wardog? ¿Wardog?¿Estás bien?
-Sí, sí, que firmes el contrato y que los royalties se hace por las ventas trimestrales a partir de la fecha de la primera venta.
-Lo firmo y lo mando, ¿no?
-Sí.
-¿Y cómo se calculan los royalties?
-Cuando empecemos a vender ese producto, cada tres meses se suman los importes y se calcula el tanto por ciento que nos chupen. Y ahora si me perdonas, me voy al baño a llorar un rato.
Real como la vida misma.
Vale, todo el mundo ha escrito un post con el contenido de las estadisticas, de las búsquedas que hacen los usuarios para llegar a su página. De acuerdo. Original no es, desde luego, pero es que si no lo escribo reviento. Y es que es real como la vida misma. A todos nos duele. La […]
Atención, pregunta.
Como sabéis tengo dos perros. Trufo y Luna. Vale. Pues bien, ellos eran animales juguetones y tranquilos. Dentro de lo que cabe, vamos. El caso es que les he cambiado el pienso a los pobres. Antes comían de una marca y ahora les he comprado pienso de colorines con cosas que no sé muy bien […]
La historia de…
Nací sobresaltada. De entre las apretadas entrañas de mi madre, un golpe seco tras de mí me provocó un ardor en las entrañas. Tan intenso ardor, tan grande quemazón que mi cuerpo salió despedido de su envoltura. Aún sentí cómo toda la parte de atrás explosionaba violentamente, se convulsionaba y me empujaba hacia delante, hacia […]
Atar cabos.
El viernes me llamaron porque el reloj de fichar no funcionaba. Mirusté. Cosa del informático, claro. Bueno, el caso es que tan preocupados estaban, que al final me acerqué a ver qué carajo pasaba.Subí al ordenador de control y eché un vistazo.Lo que vi era un poco surrealista. Una corrupción de datos que había provocado […]