Hoy quería haber programado un par de cosas relacionadas con el almacén. Unas paginillas en ASP para realizar cambios de ubicación desde cualquier terminal que pueda leer una página web.
Pero todo lo que he podido escribir desde las 9:30 hasta las 14:00 ha sido:

¿Por qué?

Por el bimbambidudbi.

¡BIMBAMBIDUBI!¡BIMBAMBIDUBI!
-Sistemas…
-Hola, Wardog, soy BlandiTartu, de diseño y quiero que pongas los ordenadores en red.
-Están en red. Los puse ayer.
-¿Si? Pues el mío no…
-Déjame ver… Caramba, pues es cierto, el tuyo no está en red. Voy para allá.

Llego y el cable de red está perfectamente enrollado y arrinconado junto a la pared.

-¿Y este cable por qué está asi?
-Es que andaba por medio y…

Nada, coloco el cable en su sitio y hala, a ver si podemos programar…

¡BIMBAMBIDUBI!¡BIMBAMBIDUBI!
¡Hala! ¡Ni llegar al despacho!

-¿Si?
-¡Wardog, que no me imprime! – Claridad, exigente hasta el absurdo – ¡Esto es una mierda, yo no puedo trabajar así! ¡Arreglamelo ya que tengo mucho que hacer!
-Estoy de camiiiino…
No vale la pena discutir con esta. Se vuelve loca y de cualquier forma ya tiene el guión hecho. Llego y está tomándose tranquilamente un cafetito.
-¿Qué le pasa, Wardog? – Me pregunta cuando aún tengo el pomo de la puerta agarrado.
Levanto las manos y me pongo los dedos en la sien y digo:
-¡OMMMMMH! ¡OOOOOMH! ¡La impresora ha pasado a una nueva dimensioooOOn!
-¿Eh?
-Nada, que me dejes llegar por lo menos…
Le quito la marca de interrumpir impresión y me piro.

Me siento, en mi silla, con un poleo que he sacado por el camino.
Lo remuevo un poco.
¡BIMBAMBIDUBI!¡BIMBAMBIDUBI!¡BIMBAMBIDUBI!
Milks.
BosSon.
-Oye Wardog, ¡que el listaod este no sale ordenado!
-¿Qué listado?
-Pendiente de servir. ¡Sale todo manga por hombro! ¡Las medidas salen por donde quieren!
-Voy a ver ese listado.
Bajo a su despacho.
-A ver ese listado…
-Mira, ¿lo ves? Las tallas salen ordenadas, pero a trozos.
-Claro, porque te lo ordena primero por color y luego por tallas, ¿lo ves?
-Aaaaaangela maríiiia… ¿Y eso no se puede cambiar?
-Claro, pero entonces te desordena los colores.
-Pues que ordene por las dos cosas a la vez.
-Esto… BosSon… ¿que?
Guarda silencio un momento. Mira hacia arriba. Hace una mueca de «OUPS!»
-Bueno, venga, vale, vale, déjalo así.-dice como si fuese culpa mía su falta de lógica.

Vuelvo para mi chiringo. Me siento. Cuento hasta tres y… ¡BIMBAMBIDUBI!¡BIMBAMBIDUBI!
¡MWAAAHAHAHAHAAAAA! ¡Lo sabiaaaaaa!

-¡Buenas! -Porfiero abiertamente
-¿Wardog? ¿Eres tu?
-Sí. Dime Lucy. ¿Necesitas otro teclado?
-¿Eh? No, no… mira, que tengo un problema. Se me ha puesto internet encima de Transaher y cuando lo quiero abrir me salen los bultos pero las etiquetas no.
¡Toma!¡Chúpate esa, lógica del demonio!
-¿Como?
-Que se me ha puesto…
-Deja, no me lo expliques otra vez…
Miro su monitor. El acceso directo a la página de la intranet que informa de las cajas embaladas y listas para enviar está tapando el icono de acceso directo al programa de generación de etiquetas de Transaher. Bestial. Muevo el icono.
-¿Y ya no me va a volver a pasar?
-Eso espero…

¡BIMBAMBIDUBI!¡BIMBAMBIDUBI!
Misifú. Que ha guardado un documento pero no sabe donde. Le digo que le de a buscar, a ver si le aparece. Me informa, mediante una palabra de tres letras de que no sabe ni que eso existe. La palabra en cuestión es «GÑE».
-Mira, voy y me explicas lo que has hecho.
Llego y está con Claridad. ¡Hala!¡Dos contra uno!¡Así ya podréis!
-A ver, cuéntame.
-Mira, yo vine esta mañana y tenía un email. Entonces lo he abierto y me encuentro con que es una solicitud que tengo que rellenar. Entonces yo la abro así- Y abre el adjunto del email, un fichero de Word.- Y lo relleno. Ahora lo cierro así -pulsa la X y no guarda los cambios- y ahora le doy a reenviar. ¡Pero no se guardan los cambios!¿Verdad, Claridad?
-Es cierto,- dice ella- y no sé por qué pasa.
Ya empieza a ponerse obtuso esto…
-Mirad, guardais el fichero en el escritorio mismo, lo rellenais y luego lo adjuntais a la respuesta.
-¿Gñe?
-¿Lo puedes mandar por fax?
-Sí.
-Pues no te compliques la vida.

Ha cogido el tío, lo ha sacado por la impresora, lo ha rellenado a boli y lo ha mandado por fax. Con dos cojones.

Vuelvo a mi despacho. Me derrumbo en mi silla. Miro el teléfono. Respiro hondo.
¡BIMBAMBIDUBI!¡BIMBAMBIDUBI!
No puede ser.
¿Por qué tanto odio?
-¡GEMMA!
-No, te has equivocado, soy Wardog.
-¡NO!¡GEMMA!
-Lo que tú digas, cachondo.
Clic.
¡BIMBAMBIDUBI!¡BIMBAMBIDUBI!
-¡POR QUÉ ME CUELGAS!
-¡Que te has equivocado, que soy Wardog!
-¿Y Gemma no está?
-No, pero te paso con Tono.
Clic.
A las 14:00, cuatrocientas chorrallamadas después, he apagado el teléfono.
Y ha venido Mayexp. La miro y me dice:
-Vengo a hacer pipí.
-¿Eh?
-Es que está el baño de las oficinas estropeado y me han dicho que por aquí hay uno.
-Err… sí, pero…justo debajo, en la planta de fabricación…
-¿Y hace frío?

En fin, chic@s, que me da a mi que esta semana no termino de hacer nada…