Superstar (palito,palito, palito)
Alberto Fuckingcrack se fue con el pack de discos duros un martes a la capital del reino y volvió un viernes diciendo que había conseguido convencer a la gente de $NubecitasDeMiColegaEntrerprises para que los pincharan. Se ve que los servidores los tienen protegidos por fosos de cocodrilos y llegar hasta ellos es una proeza de dimensiones indianacojónicas porque los conectaron el miércoles siguiente.
Tal cual nos lo comunicó, me conecté al servidor y vi que era mentira. Le encargué al servidor que me mandase un email cuando le ultrajasen el puerto trasero. El miércoles el servidor no dijo nada. Ni el jueves. El viernes, a eso de mediodía, me dijo que le habían profanado el USB.
En el ínterin, la gente se había dedicado a archivar, limpiar, vaguear y hablar pestes de los informáticos porque no les dejábamos tocar bases de datos gigantes mediante arcanas artes llamadas «modo de sólo lectura».
Puesto que los servidores vinculados a máquinas de producción también iban a ser virtualizados y externalizados, la fábrica estaba a medio gas también y trabajando con más papel que un adolescente delante del ordenador.
El que estaba frenético era $Hyperboss. Tenía los techos engorrinados de huellas de tanto hacer la Regan. Y venga a preguntarnos si teníamos novedades. Y nosotros venga a decirle que llamase a Fuckingcrack . Estuve a puntito de mandar a Daisy a instalarle un RSS en el ojo de Sauron a Fuckingcrack. Pero claro, el pobre hombre debe tener unos problemones con el móvil terribles. Y con el email. Y con la mensajería instantánea. No le funciona nada.
Unas horas después copié y convertí las máquinas virtuales al servidor, y configuré lo justo para que anduviese aquello. Cuatro ajustes por aquí, un poco de abrillantador, pulimos un poco acá… listos.
Retorcemos una tuerca aquí para que cuando llamen a nuestros servidores locales contesten los remotos, hacemos una batida haciendo ajustes manuales, desconectamos servidores locales, cuatro pruebas pedorras y… ¡Listos! ¡Estamos en el aire!
Sábado, dos y media de la mañana. MKII está reventado. Hoy ni se ha tomado su colacao ni se ha acostado a las diez. Daisy está como siempre, ni un pelo fuera de su sitio. Es lo que le corresponde a un androide. Yo estoy disfrutando, relamiéndome. Saco el móvil y marco un número. Espero.
Un tono. Dos tonos. Tres tonos. Ocho tonos. Cuelgo. Rellamada. Diez tonos. Rellamada. Cinco tonos.
-¿Diga?
-¡Hola $Hyperboss! No le habré despertado, ¿verdad?
-Pues… pues claro… ¿qué hora es?
-Oh, un poco tarde. Sólo quería decirle que hemos terminado. Ya funciona todo, la gente ya puede empezar a trabajar.
Silencio en la línea. Se oye un golpe y a alguien roncando al otro lado. Se ha vuelto a dormir. Y eso que dijo que le avisáramos cuando terminásemos que si no no dormía tranquilo. Pues el día que duerma tranquilo al pobre le despierta un paramédico con dos palas y gritando «¡Fuera! ¡Dame diez mil! ¡Fuera! »
Repito el procedimiento llamando a Alberto Fuckingcrack pero con dos teléfonos, uno para llamarle al fijo y otro al móvil adelantándome a sus posibles problemas de cobertura. Su señora y él quedaron absolutamente encantados de saber que habíamos conseguido levantar todos los servidores en el entorno virtualizado en unas horas. Eso sí, la señora de Alberto, para tener un marido con las pelotas de oro, va muy mal follada y es una ordinaria. Hasta Daisy se permitió el lujo de echarse unas risas cuando puse el manos libres y la señora Fuckingcrack juraba en arameo como un leñador de Nebraska con la voz descompuesta.
Con sólo unos cuantos días de retraso, el lunes por la mañana todo el mundo entró en la oficina, se sentó en su puesto y encendió su equipo contentos de poder por fin trabajar en la maravillosa y todopoderosa nube. Si los anuncios de compresas ya profetizaban que la nube era el objetivo final de todo, se sentían afortunados de poder ser parte de la magia. Todos iniciaron sesión como siempre y todo era normal. Salvo por una cosa. Todo iba muy lento. Lentísimo. En un momento dado, el cable del router terminó por abultarse de tantos bits que querían salir y entrar a la vez, que a la sazón, Daisy pisoteaba con suma felicidad, provocando unos fogonazos de tráfico saliente que se sintieron en Corea del Norte.
Y ondeando su chaqueta por el pasillo, como siempre que hay problemas, apareció Alberto Fuckingcrack acompañando a $Hyperboss para pedir explicaciones.
-¡Wardog! ¡Máquina II! ¿Qué coño pasa que no funciona nada? ¿No habíais terminado el viernes?
-Buenos días- respondo.- Sábado por la mañana muy temprano, para ser exactos. Claro que habíamos terminado. Parece que tenemos un cuello de botella en la salida a internet.
-¿Otra vez?- clama $Hyperboss.- ¿Pero no habíais subido los servidores ya?
-Claro, ya están ahí colgados los pobres, pero es que ahora que la gente se comunica con ellos, pues nos quedamos sin ancho de banda para todo.
-Pero Wardog, ¿cuánto ancho de banda necesitáis?- pregunta el consultor, muy conciliador para haberle desquiciado a su señora un viernes de madrugada.
-Pues a ver… como muy poco, cien megas simétricos.
-Pues contrátalos, hay que tener un poco de iniciativa, Wardog.
-A ver, Dory, que no nos los pone nadie. Bueno, sí. Si tenemos ganas de pagar, nos los ponen varias empresas. ¿Tenemos ganas de pagar?
-¡Tú siempre igual!- me grita $Hyperboss.- ¡Cada vez que se os pide algo, se os pone boca de fraile!
-Ya ve usted, manías de no querer poner dinero de mi bolsillo.
-Bueno, Wardog, pero las ADSLs son baratas. Pon las que necesites.
-Vale. ¿Pongo cien?
-¡Pero cómo vas a poner cien!
-Hombre, necesito cien megas como muy poco, y cada ADSL aquí tiene un mega de subida.
-¿Y cuánto tenemos ahora?
-Dos megas de subida en total.
Me balanceo sobre mis talones. MKII asiste en silencio. Fuckingcrack vuelve a la carga.
-A ver, Máquina, ¿tú tienes alguna solución de compromiso?
-No, nos falta ancho de banda.
-¿Y cómo no habíais previsto ésto?- pregunta Fuckingcrack.
-Lo habíamos previsto, Alberto. La semana pasada quedó patente que no tenemos suficiente conectividad.
-¡Pero sólo para subir los datos del servidor!
-Ya que tienes experiencia en esto, pensamos que habrías dado por hecho que tendríamos el mismo problema en producción.
-Decir eso es desentenderse de vuestras responsabilidades. No podéis conocer un obstáculo para el proyecto y no comunicarlo.
-Alberto, cuando comimos con $Hyperboss te dije claramente que me preocupaba mucho el asunto de la conectividad. Actualmente hacemos magia para dar servicio a la gente con dos líneas ADSL. Tú me dijiste que a cualquier problema le pondríamos una solución.
Mira a MKII, y parecía tonto. Ya no ama a Fuckingcrack. La corbata de Fuckingcrack se arruga un poquito y parece que echa mano al sobaco para sacar una navaja o algo. La corbata, a Alberto no se le mueve un pelo.
-¡Pero no si económicamente es inviable!
-Alberto-, le digo,- si hay condiciones ocultas en los recursos del proyecto, deberías compartirlas con nosotros, hombre.
-¡Vale ya!- revienta $Hyperboss. MKII y Fuckingcrack dan un respingo.- ¡A tomar por culo la nube, la niebla y la madre que lo parió! ¡Deshaced todo y bajáis la nube o lo que hostias tengáis que hacer, pero quiero a la gente trabajando ya! ¡Ya!
Sale braceando furiosamente en el aire, como si quisiera arrancarse a volar. Fuckingcrack se queda unos segundos mirándonos alternativamente con cara de mafioso jugando al póquer y se marcha detrás de $Hyperboss.
-Ha durado poco, la verdad- dice MKII.- La verdad es que si no fuese por el ancho de banda hubiese estado muy bien.
-No te lo niego, pero no puedes usar un Ferrari para arar un patatal.
-Ya…
-Pero que ya que el trabajo está hecho, lo montamos aquí y tan contentos.
En menos que canta un urogallo del Orinoco iniciamos la secuencia de arranque de los servidores locales y cambiamos rutas, nombres e IPs para que todo el mundo se pudiese poner a hacer lo que sea que hagan en horas de trabajo.
Cuando la última máquina se hubo conectado salimos a hacer la ronda por si hubiese alguna complicación. Yo hice mi ronda hasta una máquina de café, metí una moneda y me salió por un costado un especialista en inversiones de capital riesgo.
-Buenos días, Wardog.
-Hola, Cobolero. ¿Quieres?- le digo señalando la máquina.
-No, ya he tomado. Oye, esto de la nube es la hostia. Casi ni se nota que los servidores no están en la empresa. ¡Si va hasta más rápido!
Aquí el colega no se entera. Él con seguirle la corriente al consultor y alabar lo que haga ya va sobrado. Que no sea yo quien le quite la ilusión al muchacho.
-Va de la hostia. Casi casi como si fuese un servicio local- le contesto.
-Sí, sí. Y fíjate, qué visión ha tenido el tío para ahorrar un montón de dinero en costes de infraestructura.
-Claro. Para tener esas visiones hay que valer. Mira Santa Teresa. Pues Fuckingcrack es otro portento.
-Y montarlo ha sido súper fácil.
-En efecto. Esto, un pastor que sepa, lo hace igual o más rápido que nosotros.
Me mira un poco de aquella manera. Cuando Cobolero no sabe si lo que le he dicho es bueno, malo o regular parece que se ha metido una almendra amarga en la boca y un cactus en la entrepierna.
-Bueno, te dejo, que tengo mucha faena. Si ves a Alberto le dices que lo de la nube va de lujo.
-No, si ya lo sabe. Ve con $deity, hijo mío.
Y tan contento que se va el muchacho con su nube y su consultor infalible. A ver quién soy yo para chafar ilusiones a nadie.
Como la gente no tenía más problemas que los típicos cuando los tienes de asueto más de dos días que no sean fin de semana (olvidos de contraseña, de nombre de usuario, de qué es lo que hacen en la empresa, etc.), me fui a buscar a los otros dos informáticos, más por dar un paseo que por espíritu gregario.
Y menos mal. En mi periplo pasé por delante de la sala de juntas y oí las voces de $Hyperboss, MKII y Fuckingcrack. Conforme me iba acercando, la conversación se escuchaba más nítida.
-$Hyperboss, ese desarrollo no tiene sentido porque…- replica MKII.
-Vamos, a ver, Máquina, no se trata de lo que tú opines, sino de lo que yo quiero- responde $Hyperboss como intentando contener una tempestad interna que pugna por salir.- ¿Lo entiendes?
-Pero…
-MKII, lo que yo creo que pasa- interviene Alberto Fuckingcrack conciliador, – es que no entiendes las implicaciones en el negocio de lo que te estamos pidiendo y te estás quedando en la parte técnica…
Por fin llego a la puerta, que estaba abierta y me planto en medio. Los tres se giran a mirarme al unísono. Qué majos, parecen lechuzas.
-Buenas. ¿Algún problema con la red por aquí?
-No, ninguno, Wardog-, contesta seco $Hyperboss. A ver qué hace éste metiéndose en conversaciones ajenas, parece pensar.
-Ahm. Vale. Paz.
Me di la vuelta y me alejé pasillo adelante con las manos en los bolsillos. No me alejé diez pasos cuando $Hyperboss me reclamó de nuevo. Si le llego a partir le conozco menos.
-¡Wardog! Ven un momento, haz el favor.
-Voy.
Con las manos en los bolsillos me vuelvo y me quedo en la entrada de nuevo. MKII me mira con su expresión de nada y Fuckingcrack con la suya de consultor hastiado.
-Mira, Fuckingcrack va a hacer unas optimizaciones en el área de aprovisionamientos con business intelligence y todo eso y Máquina dice que eso ya está hecho.
-¡Pero es que ya está hecho!- se queja MKII. Fuckingcrack mira al techo con su carita de consultor de vuelta de todo, que quita cuando $Hyperboss le mira directamente. Qué arte en el manejo de los tiempos. Qué soltura en la gesticulación acusadora. Qué hostia le calzaba para que peinar los dientes con brillantina.
-Vamos a ver, MKII, que una cosa es lo que tú digas que tienes hecho y otra muy distinta es lo que Fuckingcrack tiene previsto. Que tú serás muy buen técnico, pero no eres ni economista, ni un especialista en gestión.
MKII se queda demudado. La sangre le huye del rostro y se queda pretrificado. Pobre. Le han dado en la línea de flotación. Con lo que le duele ahi.
-Pero….- acierta a decir.
-MKII, no insistas, hombre-, le digo mientras me acerco a la mesa, le guiño un ojo y le meto una patada en la espinilla. Inmediatamente le vuelve el color a la cara al comprender en el lenguaje secreto de los BOFHs que estoy con él.
-Por fin un poco de cordura, y de quien menos me lo esperaba.. No se puede ser tan testarudo, MKII- apostilla Fuckingcrack.
-Es que creo que quiero llegar hasta el cielo, Alberto- le digo, y me siento de una forma tan casual, estudiada y geométrica que casi parezco un consultor nivel Over 9000.
Fuckingcrack se relaja y se ríe mientras me dirige una mirada cómplice. Quiero creer que no es tan idiota, pero su actitud más relajada me lo pone muy difícil.
-Entonces, de qué va el tema, Alberto?- pregunto, colocando mi cuerpo en un ángulo tal que la línea perpendicular trazada entre $Hyperboss y Fuckingcrack es también perpendicular a mi esternón. Estoy receptivo como una perra en celo.
-Necesitamos encargar un desarrollo que ayude en la predicción de las necesidades a futuro de aprovisionamientos y fechas de entrega que se ajuste a .as necesidades de la empresa.
-Predicciones a pasado no necsitarás, ¿verdad?- digo serio como un funeral, mirándole a los ojos y entrelazando los dedos.
-No. En principio no, Wardog.
Asiento muy serio, con la barbilla apoyada sobre la palma de la mano y la mirada perdida en el horizonte, como vislumbrando Matrix. Hacer esto siempre incomoda a la gente y te da tiempo para pensar. Además, resulta que revela a los interlocutores inseguros que acaban dando mas información de la que tenían planeada entregar al principio. Yo lo hice básicamente porque si me llego a descojonar tal como me apetecía en ese momento, no me hubiese divertido tanto después. La pose lo es todo, ya puedes decir gilipolleces como templos.
Cuando por fin veo que Fuckingcrack desvía su mirada de mi para posarla en $Hyperboss con un interrogante pegado, decido salir de mi sopor.
-Muy bien- suelto por fin. -¿Qué necesitas?
Cuando tengáis a un consultor cerca, uno de éstos, de los de carcasa perfecta, haced esa pregunta si tenéis cojones.
Como activado por un resorte,se puso a contar batallitas de otras empresas en las que,él, en su clarividencia, había trazado unos planes tan astutos que incluso consiguió por unos momentos la paz mundial, pero claro, los comunistas lo tienen que joder todo. Pero los consultores nivel mover 9000 no hacen las cosas a tontas y a locas. Todas esas historias, que incluso se extendieron durante la comida que se pagó $Hyperboss en un buen restaurante, enmarcaban coherentemente un vacío perfectamente simétrico por todas partes, incluso por dentro y por fuera. Nada. No llegó a pedir nada realmente.
Puesto que tengo una facilidad pasmosa para sustituir la voz de un consultor por ruido blanco, con un filtro paso bajo para palabras clave que me despierte si acaso se dice algo con chicha, pasé una mañana y una tarde fabulosas. El cerebro necesita descansar de vez en cuando también.
Esa misma tarde, Fuckingcrack se retiró pronto a sus aposentos porque se encontraba cansado. Apuesto a que la botella y media de vino que se cascó para aclarar la garganta le dejó levemente indispuesto, pero no se le notó nada. Tiene el hígado de oro con remaches de platino y el alcohol se le trasforma en eau du pomme de terre y que, convenientemente, administra en sus pantalones cuando se ausenta al excusado.
Puesto que me he subido al barco de los meados, pues yo me tomé la tarde libre también, cosa que a $Hyperboss le pareció correcta porque soy un trabajador de alto nivel, tal como dejó patente Fuckingcrack. Ahora somos amigos. No como el estirado de MKII, que por todo se queja.
Al día siguiente, ni una mala sombra de resaca asomaba al perfecto afeitado de Alberto Fuckingcrack. Llegó a la oficina desbordado como siempre senos y cosenos con la chaqueta, la sonrisa en la cara y unas ganas locas de reunirse con los actores de su nuevo parto: el panel de control de procurement. Fuckingcrack lo ha bautizado como EPCM: Electronic Procurement Control Panel. Lo de «Electronic» me moló demasiado, pero yo hubiese, quizá, optado por un enfoque modular creando un LPCM (LEGO Procuremente Control Panel), o tal vez una vertiente ecológicamente sostenible con un WPCM (Wooden Procuremente Control Panel) procedente de bosques sostenibles. Pero me tuve que recordar a mi mismo que no soy más que un simple informático impostando a un consultor.
Alberto Fuckingcrack me convocó a la reunión a primera hora de la mañana mediante una llamada telefónica. MKII se levantó con mucha ceremonia cuando me marchaba, se cuadró junto a su mesa y me hizo un saludo militar con el canto de la mano en la frente mientras se descojonaba abiertamente. Yo, muchísimo más profesional, y con amplia sonrisa, le agradecí el gesto en el lenguaje secreto de los BOFHs: con una buena patada en la espinilla.
Por el camino decidí que sería buena idea tomar un café antes de la reunión, y me acerqué a la máquina. Mientras sacaba un brebaje, de la nada, apareció un contable.
-¿Quieres, Cobolero?
-No, gracias, ya he tomado.
-Ahm.
-¿Qué tal?
-De lujo. Lo que pasa es que soy muy formal para expresar en estos momentos mi estado de exultante felicidad.
-Ahm… te vas a reunir ahora con Fuckingcrack, ¿no?
Me lo quedo mirando unos segundos mientras le doy un trago al café. Ojos melancólicos, expresión de abandono, leves signos de síndrome de abstinencia… Echa de menos a su corbata amada.
-Seeeeeeh…
-Ah, muy bien, muy bien… dile de mi parte que lo de la nube va de maravilla. Hacía años que la informática no iba tan bien.
Y hete aquí un ejemplo de por qué en este país las cosas van como va. El tío es un hacha, un lince, una lumbrera. Un experto en capital riesgo.
-¿Te quieres venir?
-¿A la reunión?- dice, con los ojos brillantes por la emoción.
-Claro. Vente, va a ser divertido.
-¡Vale! ¡Déjame que coja algo para escribir!
-Ve, yo me tomo el café.
Se va el colega corriendo a su despacho como una Heidi cualquiera y vuelve con la americana puesta y un maletín nuevecito, de tapas duras revestidas de piel negra. Cómo sería mi expresión de incredulidad que el tío levantó la barbilla y se ajustó el nudo de la corbata henchido de orgullo. Antes era un gilipollas. Ahora es un gilipollas con todos los extras.
Sin mediar palabra enfilé hacia la sala de juntas con Cobolero pisándome los talones. Al pasar por una cristalera, vi nuestro reflejo: un tío con una camisa de cuadros abierta, camiseta roja con un demonio negro, vaqueros y botas seguido de cerca por un idiota relamido y escurridizo, con una americana demasiado grande, un maletín nuevo y expresión de orgasmo perpetuo. Un delincuente con el abogado más incompetente del mundo en su primer día de trabajo camino del juzgado.
Ese pensamiento me trajo una sonrisa y con ella entré al tribunal. Allí me esperaban Fuckingcrack, $Hyperboss y Pat O’Bale. Pat es un tío increíble. Senegalés emigrado, entró a trabajar en la empresa procedente de varios trabajos de mierda anteriores. Suprakillminds regularizó su situación en el país y le contrató para trabajar en el almacén. Era el tío más feliz del mundo. Y licenciado en económicas en su país.
Pasito a pasito fue ascendiendo por méritos propios y ahora va a trabajar con ropa de «señorito» como director de compras y almacén. Procurement, vaya. A todo el mundo sonríe, todo el mundo le conoce y le saluda. Nunca se queja ni da problemas. Cuando ha necesitado algo de mi, siempre ha sido un tipo educado, paciente hasta el extremo y ha puesto una atención nunca vista a un local a las explicaciones que se le han dado. Pedidme un perfil de tío eficiente y os diré que os vayáis a Senegal a por unos cuantos.
Entré al despacho y tomé asiento. Cobolero se quedó en la puerta, esperando.
-¿Quieres algo, Cobolero?- preguntó $Hyperboss intrigado.
-No, yo… Wardog me dijo que viniera…
-¡Oh! He pensado que nos vendría bien un contrapunto ajeno al asunto de un experto en capital riesgo- respondo muy serio reclinándome en la silla con una precisión propia de un cirujano. Fuckingcrack parece meditarlo un momento.
-Buena idea, Wardog. Nos ayudará a clarificar todas las cuestiones para que puedan ser entendidas por todos.
-Y tiene un maletín nuevo- apostillo.
Cobolero, que en ese momento se sentaba, no sabía si poner el maletín en el suelo o en la mesa. Se puso colorado y optó por ponérselo en las rodillas. Sacó un bloc y una pluma.
-¡Moleskine nueva! ¡Y pluma nueva! – exclamo. Cobolero se puso aún más colorado. Hay gente que se quita el mono de trabajo sólo cuando le dicen que en la oficina es más apropiado ponerse una camisa y gente que se equipa y se viste para el puesto que no tiene y que nunca tendrá. Cobolero es el niño pijo que baja al descampado a jugar al fútbol con sus amigos con la equipación completa de marca, espinilleras y botas de tacos relucientes incluidas, no tiene ni puta idea de jugar, ni ganas de aprender y se cabrea si se le mancha la ropa. Pat se remanga la camisa y ayuda a descargar un camión si hace falta. Hay un mundo entre esos dos.
Alberto Fuckingcrack se levanta y se dirige a una pizarra blanca para comenzar su disertación.
-El área donde más podemos mejorar con una inversión relativamente pequeña es el procurement. La cadena de aprovisionamiento es, si me lo permiten, un caos-. Miro a Pat. Otro en su lugar estaría saltando para justificar que su trabajo está bien hecho. Él no. Permanece apacible en su silla. Cobolero, por contra, asiente con expresión muy seria. – Tenemos que conseguir un sistema que nos permita anticiparnos a las necesidades de la empresa, que nos permita analizar qué necesitamos, compararlo con lo que tenemos, ver fechas de entrega comprometidas con los clientes y plazos de suministro de proveedores, tiempos de fabricación, etc. Sé que parece complicado, pero podemos hacerlo.
Miro de nuevo a la concurrencia y veo que Cobolero está a punto de ponerse a aplaudir, mirando ansioso a todas partes para ver si alguien se arranca. Como ve que no, se aplasta contra la silla con gesto de leve fastidio.
Al no recibir feedback, ni bueno ni malo, Fuckingcrack sigue con su perorata.
-El sistema tradicional de aprovisionamiento espera a las necesidades del cliente para abastecerse, mientras que yo propongo un abastecimiento con stock cero basado en estrategias ágiles de aprovisionamiento y business intelligence que…
Enchufé el ruido blanco cuando dijo business inteligence. Tres cuartos de hora después lo desenchufé cuando terminó con su, viendo a Cobolero, magnífica interpretación de las carencias de la empresa y su propuesta de soluciones mágicas. Pat, sin embargo, no parecía demasiado impresionado.
-Y bien, Wardog, ¿cómo lo ves?
-De lujo. Yo estoy aquí para dar soporte al rumbo que tome la empresa. Estoy deseando embarcarme en esta nueva singladura.
-¡Estupendo! ¿Y tú, Pat?- pregunta Fuckingcrack.
Pat parece meditar un momento. Creo que también tiene un generador de ruido blanco, el cacho cabrón.
-Lo haré lo mejor que pueda-, dice con una sonrisa. Ágil, complaciente y no comprometedor. Un genio.
Nos dio la mano a todos, incluído Cobolero y dio la reunión por terminada. Pat y Cobolero salieron y a mi me retuvieron.
-Wardog, ¿puede el sistema hacer todo lo que le vamos a pedir?- me pregunta Fuckingcrack.
-Depende de qué es lo que se le pida al final, tenemos que concretar un poco las necesidades.
-Creo que está bastante claro. Sólo tienes que implementar lo que hemos hablado-. Típico de consultor over 9000: suelto una charla y tómatelo como hoja de requisitios y análisis funcional.
-Me temo que necesitaremos concretar más, Alberto. Ya sabes cómo somos los informáticos, nos gustan las cosas concretas- sonrío como un gilipollas. Menudos maniáticos los informáticos. Todos imbéciles.
-Bien, bien, de acuerdo-, cede Fuckingcrack. $Hyperboss permanece callado con los brazos cruzados. Me mira fijamente. Hay algo que no le cuadra.- Concretemos entonces.
-Concretemos.
-Necesitamos un dashboard. ¿Podemos tener un dashboard?
-Tenemos un dashboard.
-¿Pero cumple con las necesidades que te planteo?
-No exactamente.
-¿Y cuánto nos costaría que hiciese lo que necesitamos?
-No sé cuantificarlo.
-Me refiero en costo en horas.
-Así a bote pronto y sin concretar, ni idea.
-Estamos concretando, Wardog. Necesitamos un cuadro de mandos que muestre la información como nosotros queramos.
-Pero aún no hemos definido las necesidades.
-Las estamos definiendo.
-Estamos pidiendo un plazo de implementación para un diseño abstracto.
Fuckingcrack resopla. Yo sonrío relajado y bajo la mirada. No estoy contra ti, es sólo que mi inteligencia está muchos niveles por debajo de la tuya, oh ser superior.
-Bueno, pues sentáos los dos y lo concretáis- concluye $Hyperboss levantándose.- A mi me gusta la idea del panel de mandos ese.
-O.K., $Hyperboss, pues nos ponemos ahora mismo a ello.
$Hyperboss se marcha. Fuckingcrack sonríe cuando sale, se quita la chaqueta, se remanga la camisa y se sienta a mi lado. Como me toque le meto una hostia que va a poder masticar su propia mierda. Pero no. Saca papel y un bolígrafo.
Se pone a concretar. Eso, en un consultor Over 9000 significa que sobre un folio empieza a dibujar sin ton ni son, entidades de un diagrama de flujo que se interconectan por los cuatro costados, con muchas flechas por todas partes y repasando el borde de las más importantes muchas veces para que se note que son más importantes que las demás.
Pese a todo, entiendo lo que quiere. Y su diseño es una mierda. Pero aquí hemos venido a concretar.
-A ver si te he entendido bien. Aquí necesitas un panel de control en el que de un vistazo se vea todo lo que se necesita comprar en plazos determinados por tipo de cliente, productos que compra ese cliente y plazos de entrega de materia prima más producción más un plazo arbirtrario de de seguridad dependiendo de los retrasos medios de aprovisionamiento.
-Exacto.
-Pues no se puede.
-¿Cómo que no se puede?
-No se puede, Alberto, no cabe de un vistazo. Ten en cuenta que tenemos más de setecientasmil referencias activas. Sería una locura.
-Pues hay que reducir el número de referencias.
-Pero se lo dices tú a $Hyperboss.
-¡No, no! Aunque es una burrada vender setecientasmil referencias, me refería a que hay que mostrar menos.
-¿Entonces cuáles no mostramos?
-Las menos importantes.
-¿Y cuáles son las menos importantes?
Medita unos instantes.
-Las que menos se venden.
-Entonces las que menos se vendan, las ocultamos. ¿Pero y si de repente hay un pedido grande y no tenemos stock?
-Eso hay que predecirlo.
-¿Y cómo se predice?
-Cuando se produzca un movimiento estadístico no habitual en las necesidades, hay que subirlo a importante.
-Ah. ¿Y eso cómo se hace?
-Pues muy sencillo. Si de un artículo se vende, pongamos por ejemplo, mil euros anuales y de repente entra un pedido de cincomil, pues hay que promocionarlo a importante.
-Ah. Entonces, subiremos a importante los productos que se vendan de golpe cinco veces más que la media anual.
-No tiene por qué ser cinco veces. Deberá ser un parámetro definido por artículo.
-Pues al que le toque definirlo lo va a flipar.
-No, hombre, eso lo hace el sistema.
-¿Y cómo lo hace?
Ansioso me hallo. No soy yo un experto en procurement, pero me da la impresión de que aquí mi primo se está metiendo en un jardín imoprtante.
-Es una fórmula estadística. ¿No la conoces?
-No. ¿Cómo va?- siempre me gusta aprender cosas nuevas, pero me da la impresión de que no me la va a enseñar.
-Luego lo miramos, eso ahora no es importante.
-OK. ¿Entonces cómo mostramos las necesidades en el cuadro de mandos?
-Mira, vamos a repasar otra vez el diagrama, Wardog.
Con una paciencia paternal, me repasa una vez más las entidades de su diagrama y pone más flechas, que siempre queda más claro. Tenemos un stock que siempre debe ser el menor posible. Para ello, necesitamos calcular muy bien los tiempos para que cuando un cliente nos haga un pedido le podamos dar una fecha de entrega realista y muy rápida. Entonces, cuando entre un pedido, dependiendo de la importancia del cliente, su media de consumo anualy ochenta parámetros más, por referencia, cuando el comercial graba el pedido, obtiene una fecha de entrega del artículo. Dicha fecha de entrega va a misa y es sagrada. Entonces, hay que calcular muy bien esa fecha. Para ello, debemos tener en cuenta los plazos medios de entrega del proveedor, lo que tardamos en manipular la entrada de la mercancía y lo que tardamos en manufacturarla dependiendo de la carga de trabajo de la factoría y de si la factoría que manipula dichas materias primas es local o remota. Con esa información, a Pat hay que prepararle un cuadro de mandos en el que de un vistazo vea qué hay que comprar, qué hay que fabricar, qué tenemos y a qué hay que darle prioridad, y que con un botón pueda gestionar la compra.
Es fácil de entender. Pero juguemos, ya que soy informático y a los informáticos nos gusta concretar.
-Vale, Alberto. ¿Pero qué pasa cuando un cliente pide una referencia que no hemos vendido antes?
-¿A qué te refieres?
-Un artículo nuevo.
-Pues se le da una fecha aproximada.
-¿Quién se la da?
-El sistema.
-¿En base a qué?
-A referencias parecidas.
-Hombre, en una misma familia de artículos siempre ha diferencias notables de plazos.
-Se hace una media ponderada y ya está.
-¿Sí?
-Claro.
-Pues entonces muchas referencias nuevas saldrán con servicio al día siguiente porque las más baratas se producen muy rápido, siempre hay stock y se vende a porrillo. Se falseará el dato.
-Bueno, pues entonces que decida el operario.
-¿Qué operario?
-El comercial.
-¡Uf! ¿Y en qué se va a basar?
-Que pregunte a Pat.
-Vale.
-¿Alguna duda más?
-Por ahora no, pero tengo que probar a generar estos datos porque me temo que las consultas van a ralentizar la entrada de pedido.
-No, hombre, genera un batch por la noche que prepare los datos del día siguiente.
-Se crean referencias todos los días y se cancelan referencias todos los días. Además, hay turno de noche. Nos encontraríamos con datos cojos.
-Si no hay datos en los datos generados por el batch, se generan en el momento, ¿no?
-Seguimos ralentizando, pero podría ser, claro.- Sonríe satisfecho de sí mismo.
-Muy bien, Wardog, pues dame un plazo para montar el dashboard y modificar el programa de pedidos para que indique los plazos por línea de pedido.
Miro al techo. Me pongo las manos en la nuca. La verdad es que es un análisis cojonudo. Lo tiene todo cubierto, así sobre el papel. Qué puta máquina.
-Pues ni puñetera idea. Hasta que no vea las implicaciones de tocar todo esto, no te sabré dar un plazo.
-Hombre, un plazo aproximado.
-Vale, pues aproximadamente cinco mil horas.
-¡Sí hombre!- se ríe. Me río. Nos reímos. Qué bien nos lo pasamos. Consultor e informático en comunión.- No, en serio, Wardog, dame un plazo.
-Va. Cincuenta horas.
-Eso ya me gusta más. Una semana es más que suficiente para desarrolar esto. Wardog, toma, quédatelo.
Me da la hoja con el análisis y se pone en pie. Debe estar agotado. Le he tenido más de dos horas concretando. Menos mal que se remangó antes de empezar.
Salimos juntos de la sala de reuniones y me da la mano cuando nos separamos en el pasillo y una palmada en la espalda. Jo, cómo me mola pertenecer a la élite.
Tomo el camino a mi despacho y me encuentro a un MKII taciturno en su mesa.
-¿Qué, cómo ha ido?
-Mira- le tiro la hoja por encima del monitor.
-¿Qué es esto?
-Un análisis funcional y hoja de requisitos de Alberto Fuckingcrack.
-¿Pero esto de lo que habéis estado hablando?
-Sí.
-¿Esto es el análisis de la cadena de aprovisionamiento que ha diseñado Fuckingcrack?
-Claro. Te lo puedes quedar si quieres, que tú coleccionas cosas de consultores. Yo lo tengo interiorizado ya.
-Pero…
-No me des las gracias, hombre.
Me senté en mi silla y puse las botas encima de la mesa. En el lenguaje secreto BOFH eso significa que ya está bien de hablar del temita. Como últimamente ha aprendido mucho lenguaje secreto BOFH, MKII guarda la hoja en un cajón y vuelve a sus quehaceres. Yo me pongo el teclado en la tripa y empiezo a programar… otras cosas muchísimo más interesantes.
Pasó una semana y vino Alberto Fuckingcrack a buscar resultados.
-¡Hola Wardog! Hola, Máquina II.
-Hola, Alberto.
-¿Qué tal llevas la implementación de lo que hablamos?
-¡Uf! ¡He estado liadísimo! No he podido hacer práctiamente nada.
-Vaya… qué inconveniente.
-Ya me imagino.
-Es que esto es prioritario.
-Lo entiendo, Alberto, pero con la subida a la nube de los sistemas, la posterior bajada, han surgido algunos flecos que hemos tenido que ir resolviendo, el soporte a los usuarios es una paliza constante…
MKII levanta el pescuezo con la intención de interrumpir. No aprende este chico. Arrastro un pie por el suelo y enseguida vuelve a sus quehaceres con una sonrisa. Hay que ver lo que ha mejorado el chaval en lenguaje secreto BOFH.
-Bueno, Wardog, ¿Cuándo crees que podrás tenerlo?
-Yo creo que en una semanaita lo tenemos.
-¡Muy bien!
-Me voy a poner de lleno con ello.
-¡Perfecto! ¡Así me gusta! ¡Ánimo!
-¡Gracias!
Y allá que se marcha, ondeando su chaqueta pasillo adelante. Otra semana pasó y vino a buscar sus resultados. $Hyperboss empezó a preguntarme también por qué no hacía lo que me pedía y yo le decía que el trabajo de sistemas estaba por delante del desarrollo y que tenía que elegir, o mantener los sistemas funcionando o desarrollar cosas nuevas que podrían provocar fallos si no se hacen y se prueban como es debido.
-Pero Wardog, es que cada vez que te retrasas a mi me cuesta dinero porque Alberto dice que este desarrollo es la piedra angular de su trabajo ahora mismo.
-Ya será menos, $Hyperboss, pero bueno, siendo así, haré lo que pueda.
-¿Y MKII? ¿No lo puede hacer él?
-Es que esta con la integración de dos sedes ahora mismo.
-Ah, es verdad, no me acordaba. Bueno, pues podemos contratar a alguien que lo haga.
-El problema es que nuestro software viene de un ERP del que compramos el código y está tan modificado que no lo reconocería ni su padre. Si traemos a alguien de nuevas, habrá que enseñarlo los entresijos y tendrá que aprender la lógica del negocio, la del software, los trucos, los añadidos, el protocolo de modificaciones…
-Pero tú aprendiste enseguida.
-Sí, un año pasa volando, la verdad.
-¿Un año tardaste en aprender?
-Un año hasta que MKII me dejó tocar sin miedo a que la liara.
-Está bien… pero date prisa en solucionar lo de Fuckingcrack.
-Vale.
Está levemente cabreadete. Bueno, qué se le va a hacer. Dejé pasar dos semanas más. En esas dos semanas, nadie vino a reclamarme el trabajo. Eso sólo podía significar una cosa: me convocaron a una reunión el lunes de la tercera semana.
-Vamos a ver, Wardog, Alberto no puede seguir trabajando si no terminas el programa.
-Lo siento, pero es que no me da tiempo el todo el día de dedicarle tiempo con el trabajo diario.- Pongo cara de compungido.
-¡Pero si el desarrollo es muy sencillo!- se queja Alberto muy enfadado.
-Ya, pero me he ido encontrando unas complejidades por el camino que me han retrasado aún más y me han llevado a un círculo vicioso en el que una complejidad me lleva a otra y luego los problemas diarios me interrumpen y…
-Mira, Wardog, ¿sabes lo que te digo?- me dice Fuckingcrack. $Hyperboss se ponen en tensión. En su sapiencia, Fuckingcrack ha creado una tensión perfecta. No sabemos si se va a cagar en mi estirpe o en alguna deidad.- Dame acceso a la base de datos y yo lo hago.
-¿Tú sabes programar?- exclamo asombrado.
-No hace falta programar. Ésto lo hago yo en Excel en una mañana.
¡Pies quietos! ¡Excel! ¡El arma secreta! ¡Un consultor usando Excel! ¡Apartáos!
$Hyperboss asiente aprobando la actitud resolutiva de Fuckingcrack.
-Wardog, dale lo que te pida y no hagas otra cosa.
-Vale, $Hyperboss. Sin problema.
$Hyperboss sale por la puerta. Fuckingcrack saca su portátil y lo enciende.
-Si te digo la verdad, Alberto, yo es que soy más de sistemas.
-Ya, me he dado cuenta. Pero bueno, no te preocupes. Yo lo hago en Excel y luego tú lo traduces al lenguaje de programación que toque.
-Vale.
El ordenador arranca y pone su contraseña. Me lo pasa para que le conecte la base de datos. Instalo Latch desde un directorio de la red y con disimulo lo engancho a mi teléfono.
-¿Qué es eso, Wardog?
-El driver ODBC para la base de datos.- miento con total tranquilidad.
-Ah, vale, vale.
-Oye, Alberto, veo que tienes aquí mucha información confidencial.
-Sí, este ordenador es mi vida.
-¿Te has parado a pensar qué pasaría si alguna vez te lo robaran o se te perdiera?
-No me lo quiero ni imaginar.
-¿No tienes copia de seguridad?
-No, porque no me da tiempo.
-Pues si mira, si quieres, te puedo dar espacio en el servidor que tenemos en $NubecitasDeMiColegaEntrerprises, que hemos montado una nube privada y se te hace la copia de los documentos importantes online sin que tengas que tocar nada.
-¿Sí?
-La nube es el futuro, Alberto.
-Vale, pues configúramelo. ¡OK!
-Oye, además, si quieres, te puedo cifrar el disco para que, aunque te robasen el portátil nadie pudiese hacer uso de los datos.
-¿Eso se puede?
-Sí, aquí lo hacemos con todos los portátiles.
-¡Genial! ¿Tardas mucho en eso?
-Tarda más el ordenador que yo.
-Vale, pues házmelo, por favor.
-Ahora mismo.
Comienzo a cifrarle el disco y cuando tengo el certificado generado, le explico:
-Mira, Alberto, este fichero es la clave para descifrar el disco en caso de que fuese necesario. Es muy importante. Te lo voy a guardar en la nube. Tu usuario y contraseña para la nube son estos. No los pierdas.
-De acuerdo, Wardog. Sí que se nota que eres más de sistemas que programador.
-Ya…- bajo la cabeza avergonzado. Esperamos charlando de lo bueno que es ser consultor comparado con ser informático café en mano a que el ordenador termine de cifrar el disco y cuando lo hace, le creo una conexión ODBC a la base de datos de gestión y se lo dejo enganchadito a Excel.- ¿Vas a necesitar la hoja de análisis?- pregunto con toda la seriedad que puedo.
-No, gracias, Wardog, lo tengo todo aquí- se golpea con el índice en la frente.
-Muy bien, pues yo me voy retirando.
-OK, Wardog, luego te aviso cuando termine.
-Vale.
Me retiré a mis aposentos y cuando llegué ya estaba el teléfono sonando. Era Fuckingcrack, por supuesto.
-¿Ya? ¡Como seas igual de rápido para todo tu mujer te odiará!
-No, Wardog, es que no veo cómo abrir el diseñador de consultas.
-¿Qué diseñador de consultas?
-El de Excel.
-Ah, pues no sé. Si quieres te lo puedo enganchar en Access y desde ahí a Excel y ya está.
-Vale.
Vuelvo a su lado. Hago la ñapa, le enseño cómo vincular tablas y se queda tan cuqui. Me reitera que soy más de sistemas que programador y le reitero que tiene más razón que un santo.
Le dejo con su Access, su Excel y su Office al completo enganchado a la base de datos, examinando cuidadosamente el catálogo de tablas.
Me vuelvo a mi despacho y vuelve a sonar el teléfono. Él.
-¿Me echabas de menos?
-No, es que resulta que esto va muy lento.
-Voy.
Vuelvo para el despacho donde se encuentra Fuckingcrack y me lo encuentro haciendo un producto cartesiano entre la tabla de líneas de facturación y la de artículos. Con dos cojones y un palito. Le explico que eso es caca, que eso no se hace.
-Es que tengo el SQL un poco oxidado…- me dice. ¿Oxidado? ¿El SQL? ¿Qué SQL si esto es unir cosas con flechitas y lo haces a cabezazos?
-¿Quieres que te ayude con las consultas?
-Me harías un favor.
-Nada, hombre. Dime qué datos necesitas.
Voy a buscar un portátil y él se pone a hacer lo que sabe: pedir cosas. Yo le voy dando los datos generados y él se los va colocando con mucho método en hojas de cálculo. Cuando por fin termina de parir, me libera de mis compromisos y salgo una vez más de allí, no sin antes afirmar, que sigo siendo mucho más de sistemas que de gestión. Le tuve que dar la razón, claro. Con ese pelazo qué le podrá negar nadie. Y con la camisa remangada simétrica y perfectamente, menos aún.
Se conoce que alguna cosilla se le atravesó esa mañana para poder terminar la hoja de cálculo. Al día siguiente no fue a la oficina porque se quedó en casa terminando la hoja de cálculo. $Hyperboss me preguntó si le había dado los datos que me había pedido Fuckingcrack.
-Claro, $Hyperboss, me senté con él y le fui dando lo que me iba pidiendo.
-Qué raro…
-Es que a lo mejor él es más de sistemas…
$Hyperboss no pilló el chiste ni se le quitó la cara de ajo hasta que no vino Fuckingcrack cinco días después, con un flamante fichero de Excel en el portátil. Convocó una reunión con proyector. $Hyperboss, MKII, Pat O’Bale y yo.
-Buenos días, os he convocado para mostraros lo sencillo que va a ser a partir de ahora gestionar la cadena de aprovisionamiento y cómo hemos simplificado las gestiones necesarias para el funcionamiento de la empresa.
$Hyperboss está ansioso y se le nota, tiene una pierna que no le para, arriba y abajo. Pat presta mucha atención.
-He diseñado este sistema a modo de maqueta en Excel para que luego vosotros, MKII y Wardog, lo implementéis en el ERP. Mirad, cuando lo abro, lo primero que tenemos aquí son los pedidos de venta. He calculado una fecha de entrega para cada línea basándome en el histórico de pedidos y albaranes de compra. ¿Lo véis?
Y lo vemos, por supuesto. Una lista interminable. Así a ojo, varias decenas de miles de filas. Eso se ve de un vistazo, por supuesto.
-¿Alguna duda?
-Alberto, ahí veo muchas filas.
-Es que hay muchas filas, Wardog.
-Ah. No, es porque en los requisitos dijimos que se tendrían que ver los datos de un vistazo.
-Es un decir, me refería que los datos deberían ser claros.
¿Ves? Nunca se termina de conocer a alguien. Cuando crees que conoces a un consultor, va y te demuestra de un plumazo que no sólo tiene los cojones de oro, sino que también tiene la cara de hierro y el morro de kilómetro y pico.
-Ah. Y yo preocupado. Vale, vale.
-Sigo-. Por supuesto, como si alguien te lo fuese a impedir.- Aquí tenemos las necesidades basadas en los pedidos de venta ordenadas por clientes prioritarios…
-Pero ahí tiene que haber un fallo, señor Fuckingcrack-, dice Pat.- El mismo cliente está repetido más arriba y más abajo.
En efecto, el mismo cliente aparece en varias filas porque el orden obedece exclusivamente al importe de la línea.
-Ya, Pat, has sido muy observador. Es que el orden correcto no se puede hacer con Excel y lo tendremos que implementar en la versión final.
-¿Vas a colaborar en el desarrollo, Alberto?- pregunto con una sonrisa.
-Claro, yo os supervisaré.
-Mejor. Ya sabes que yo soy más de sistemas- me mira y sonríe.
-Entonces, como vemos en este gráfico, que luego deberá formar parte del desarrollo final, tenemos la información globalizada de cuántos pedidos podemos servir completos por rangos de tiempo y, si miramos este otro gráfico…
$Hyperboss alucina con los gráficos de colorines y de ver cuánta información junta referente a un mismo asunto se puede generar y analizar.
Quince minutos después, Fuckingcrack ya nos había desgranado paso por paso su interpretación en Excel de la hoja de requisitos mágica. Por supuesto, su parto se parecía a su sueño como un huevo a una castaña.
$Hyperboss, emocionado, se levantó y le dio una palmada a Fuckingcrack en la espalda.
-¡Eres un crack, Alberto! ¿Qué os ha parecido? ¿Eh? ¿Cuánto tiempo te va a sobrar con esto, Pat?
-Pues… la verdad es que no lo sé…
Este hombre es un santo. Pero le faltan cojones. Es mi momento.
-Hombre, $Hyperboss, si me permite, eso le hará la vida más difícil. Pat, explícales cómo haces tu trabajo, para que puedan comparar.
El pobre se levanta y pide permiso para usar el ordenador de Fuckingcrack. El consultor y $Hyperboss se sientan uno al lado del otro y cuchichean entre ellos. Se ríen. Pat abre un navegador, escribe una dirección, pone su usuario y su contraseña y comienza a explicarles cómo hace su trabajo.
-Yo por la mañana abro este panel de mandos- Fuckingcrack da un respingo.- Aquí tengo un listado de los pedidos para los que no tengo ningún problema de servicio porque tengo stock suficiente y se ha asignado a esos cliente, que puedo ampliar si le doy aquí. En este apartado de aquí tengo los pedidos que no tienen suficiente stock. Entonces yo voy a ver las líneas y las que tienen problemas, pues las pincho y me salen las opciones que tengo de compra, por proveedor, último precio y plazos de entrega, y si no llego con ninguno de ellos, pues tengo aquí otros clientes que lo piden por si quiero cambiar la asignación. Si le doy aquí, puedo hacer directamente el pedido y me sale la cantidad mínima que debo pedir y también si hay más pedidos que necesiten este artículo…
Miro de refilón a $Hyperboss. Tiene la boca abierta. Fuckingcrack está blanco. Ésto es mejor que lo qúe él pedía y mucho mejor que lo que él ha parido. Pat sigue con su exposición, desgranando con soltura todos los aspectos que maneja en la compra.
-…y si hay un cambio de asignación le llega un email al comercial avisándole por si tenemos que negociar el cambio o no, pero normalmente me fijo en la cantidad que compra el cliente para saber si puedo o no desasignar mercancía. Y cuando hay producción, pues aquí me salen las unidades que están en producción en este momento, las que están en espera y las que están en stock, y la media de tiempos de entrada y salida de fábrica por artículo si hay que esperar a la producción, pero ese dato ya les aparece a los comerciales cuando entran un pedido…
$Hyperboss aprieta mucho los dientes. Fuckingcrack está demudado. Se afloja el nudo de la corbata. Esto no se lo esperaba el hombre. El plan estándar no ha funcionado. Has entrado en una empresa como las demás, en la que encajaba el plan estándar, pero resulta que lo más estándar de aquí son los lusers. Vagos, desconsiderados y quejicas.
-…y cuando ya he decidido qué voy a hacer, marco lo que voy a comprar, y me va montando los pedidos de compra que luego se le mandan al proveedor. Y luego tenemos aquí un sistema de entrada que, junto con un albarán que nos manda el proveedor vía internet, me sirve para organizar las descargas de material según la prisa que corra cada cosa…
Durante otros veinte minutos, Pat O’Bale fue dejando en calzoncillos a Fuckingcrack más y más. Entre éste, que es un fiera gestionando, y MKII, que es un fiera programando, consultor aficionado y ya casi BOFH, han parido una aplicación de puta madre.
-…y así es como hago mi trabajo, y yo estoy muy agusto y me funciona bien porque casi no hay retrasos de entrega.
Se hace un silencio espeso. $Hyperboss se levanta y se dirige a nosotros.
-Perfecto, Pat, perfecto. Ya podéis marcharos. Gracias, chicos.
-De nada- le digo.-Ha sido un absoluto placer.
Salimos y cerramos la puerta, cada mochuelo a su olivo.
MKII caminaba a mi lado sonriente.
-Parece que te relames- le digo.
-Si es que ya se lo había dicho, que eso estaba hecho.
-Ya. ¿Y te habían hecho caso?
-Qué va.
-¿Y para qué insistes?
-Pues porque es mi obligación.
-No, es tu ética. Tu obligación es hacer lo que te manden, que para eso es su empresa. A ver si diferenciamos.
-Pues tienes razón, Wardog.
$Hyperboss se tiró cuatro días sin aparecer por la oficina. Cuando por fin vino, se pasó por nuestro despacho.
-Alberto Fuckingcrack ya no va a trabajar aquí- nos dice. Así sí, sin buenos días ni nada, como un buen $Hyperboss.- Borrad sus cuentas o lo que tengáis que hacer.
-¿Y eso?
-Le he mandado a tomar por culo, no se enteraba de nada.
-Mmmmmyap- le digo.- No se enteraba de nada él, ¿verdad?
-Menos cachondeo, Wardog.
-No, si yo no me cachondeo. Si a mi los consultores en general no me gustan, pero no vea lo bien que los domo.
-Pues la próxima vez, a ver si me decís antes que ya lo tenéis controlado en vez de hacerme perder tiempo y dinero.
-Hecho: la próxima vez, escuche primero a los de casa. Que encima somos más baratos. ¿Le ha salido muy cara la Excel?
-Menos cachondeo, Wardog. Menos cachondeo.
-¿Y el resto de cosas que iba a mejorar? ¿Ya no las va a mejorar?
-¡Pero si no se ha enterado de que teníamos las comprars súper controladas! ¿Se va a enterar de algo? ¿Tú te fiarías de él?
-¿Yo? Jamás.
-Bueno, si alguna vez pasa algo parecido, me avisáis, no seáis cabrones.
-No- contesto.
-¿Cómo que no?- me espeta poniéndose en guardia.
-Aquí somos informáticos, $Hyperboss. No damos problemas. Los solucionamos. No nos traiga problemas innecesarios y no habrá que avisar de nada, ya somos mayorcitos.
-No me toques los cojones, Wardog, que bastante calentito estoy ya.
Sonrío y me callo. $Hyperboss se da la vuelta soltando un ¡bah! y se aleja murmurando. Mi oído de cierva me revela que va diciendo «no, si es que estos cabrones encima tienen razón, me cago en la hostia…».
MKII sale de detrás de su monitor con una sonrisa de lado a lado y me agarra del hombro. Qué bien se lo ha pasado el cabrón. Y eso que en el proceso ha perdido un amor. Yo le sacudo una patada en la espinilla.
Se pone a saltar a la pata coja y desconcertado me pregunta:
-¡Au! ¡Y eso qué coño significa ahora?
-Nada. Puro vicio.
Unos cuantos meses después me enteré de que $Fuckingcrack iba a dar una conferencia en la ciudad. Conseguí un par de pases y convencí a MKII de que fuésemos a verle, que iba a ser divertido.
Me costó convencerle, pero después de unas cuantas patadas, se animó. La conferencia versaba sobre la gestión de los activos de no sé qué pollas, da igual. El tema me la traía floja. Lo que me gustaba era el ambiente de corbatas, manos en barbillas, y cargos en inglés. Llegamos pronto y tomamos asiento. MKII se revolvía nervioso a mi lado.
-¿Y para qué dices que hemos venido?
-Porque nos gusta la consultoría, ¿no?
-No, venga, ¿para qué hemos venido?
-Para tocar los huevos. Mira, ¿ves el portátil que hay en el atril?
-Sí.
-Mira mi teléfono.
Abro Latch y cierro el inicio de sesión del portátil de Fuckingcrack.
-¡No jodas!
-Si tienes la oportunidad, aprovéchala, MKII.
-La madre que te parió.
-Una santa.
Le dio la risa floja. LLegó la hora y la sala estaba a reventar de corbatas. Después de las fanfarrias y de los aplausos, Alberto Fuckingcrack empezó a pasear de lado a lado del escenario presentando su conferencia. Se acercó al atril y alzó la tapa del portátil. En la pantalla de protección aparecía la ventana de inicio de sesión de Windows. Puso su contraseña. Error. Intentó de nuevo. Error.
-Vaya, qué raro…- dijo. Volvió a insistir. Al cabo de unos minutos desisitió. MKII sonreía como un idiota. Qué manera de disfrutar.- Disculpen, parece que hay un problema con mi ordenador. Afortunadamente, vivimos en la era del cloud computing, y tengo una copia de la presentación en la nube.
La sala asiente con un murmullo de aprobación. La nube lo es todo.
Alguien de la organización le pone otro portátil y lo enganchan a la pantalla gigante. Lo abre, abre un navegador y va a la OwnCloud de Suprakillminds. MKII se queda intrigado. Le meto un codazo y le enseño el teléfono.
-¡No jodas! ¿Sí?- me dice con los ojos muy abiertos.
-Por supuesto. Cerrojazo.
Se le escapa una carcajada y se tapa la boca con la mano. Fuckingcrack intenta una y otra vez iniciar sesión en la nube sin éxito. Empieza a sudar y a murmurar disculpas.
Al final se da por vencido y trata de dar la conferencia sin la presentación, pero sin guión le queda deslucidad, titubeante y poco convincente. La gente comienza a levantarse y se marcha murmurando. Nosotros nos quedamos hasta el final. Nuestras localidades están en las última filas.
Justo cuando nosotros también nos marchábamos, dejando la sala vacía, estampó su portátil contra el suelo.
-¡Uh! Pues como haya roto el disco duro…
-Le iba a dar igual, Maqui. Se lo cifré.
-¿Se lo cifraste?
-Sí. ¿Y a que no sabes dónde está el certificado?
-¿Dónde?
-En la nube.
-¡Jajajaja!
-¿Ves? Al final ha llovido mierda.