Ya es la segunda vez que voy a dejar de fumar. La otra vez fui tan «listo» que pensaba que por fumar un cigarrillo de vez en cuando, no pasaba nada. Así que empecé a fumar uno después de trabajar, otro después de las comidas, otro después de…
Y acabé fumándome 5 o 6 cigarrillos al día y porque me contenía.
Pues hala, vuelta a empezar. He vuelto a dejar de fumar. Y esta vez voy en serio, oiga. ¡Ni un cigarrillo!¡Ni medio!¡Ni ganas!
Para todos aquellos que quieran dejar de fumar y no tengan la fuerza de voluntad suficiente, recomiendo que vayáis al médico y que os receten Zyntabac. Son unas pastillas que te quitan las ganas de fumar, pero no tienen nicotina, así que como no te metes la droga, no lo echas de menos.
Pero lo más importante, fármacos aparte, es que tu entorno te apoye. Mi novia estaba siempre ahí, animándome a dejar de fumar, pero, por casualidades de la vida, me descargué el Quitómetro.
Se supone que este programa te ayuda a dejar de fumar.
¡Y una mierda!
¡Este programa es un hijo de puta! Cuando más tranquilo estás, aparece un mensajito diciendo «Llevas 4 días, 3 horas y 6 minutos sin fumar»; o te suelta «Llevas 106 cigarrillos no fumados».¡Pero cómo se puede ser tan cabrón y tan hijo de puta!
Estaría bien adaptaciones del programa para animar a las viudas en plan «tu marido se murió hace 3 semanas, 2 días, 12 horas y 3 minutos», o para ayudar a los que han sufrido la amputación del dedo índice diciendo «llevas 36 mocos no sacados».
El caso es que soy masoquista, porque ahí está el programa y no lo quito. Yo creo que este programa ayuda por aquello de «¡P’a cabrón yo!¡Y mis cojones son más gordos!» Porque el programita de marras,los hincha, y mucho…